La sentencia, hecha pública este lunes, señala, asimismo, que si bien es "difícil" acreditar la edad exacta de los menores que aparecen en los 85 vídeos, el tribunal de instancia los visionó y "llegó a la clara convicción de que se trata de niños y niñas".

Los máximos responsables de la web fueron incapaces de responder a por qué ha incluido durante años pornografía infantil, violaciones y vídeos de relaciones no consensuadas. Dos mujeres les acusan de tardar meses en retirar vídeos en los que son violadas y torturadas, una de ellas cuando sólo tenía 13 años de edad.

El detenido tenía gran cantidad de material en el que se utilizaban menores de muy corta de edad para la realización de prácticas sexuales.

El sospechoso, de 28 años, obtenía imágenes de contenido sexual de menores a través de múltiples plataformas digitales. Había contactado con más de cien menores en el último año.

Una vez finalizado el campamento y con "fines exclusivamente libidinosos", les solicitó fotografías desnudos o de sus partes íntimas -que en algunos casos obtuvo-, les hacía preguntas de índole sexual y les remitía vídeos o imágenes suyas o de otras personas de carácter sexual.

Utilizaba aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales para intercambiar pornografía infantil. Era experto en la 'deep web' y exigía imágenes de incestos reales para pertenecer a grupos cerrados. Hay otras siete personas arrestadas.

El arrestado se "ganaba la confianza" de sus víctimas, les pedía imágenes de desnudos y las chantajeaba con difundirlas a cambio de vídeos explícitos. Tres de cada cuatro jóvenes sufren violencia en internet.

El arrestado envió imágenes pedófilas a una menor residente en México, a la que pidió que le reenviase fotos íntimas.

Al productor de películas de contenido pornográfico se le imputan delitos por posesión de pornografía infantil, descubrimiento y revelación de secretos.

Uno de los detenidos aprovechaba su trabajo como técnico electrónico para acceder a los domicilios y colocar dispositivos de grabación en los cuartos de baño de las víctimas. En el registro de su domicilio los agentes intervinieron multitud de bolsas de plástico, con nombres de víctimas anotados, que contenían material biológico y otros objetos con finalidad fetichista.