Los populares insisten en que desviar el tráfico del centro a otras zonas de la ciudad no resuelve el problema de la contaminación por gases, sino que lo agrava en los puntos de mayor concentración.

El PP reclama directamente que se aplace por las circunstancias. Los empresarios y comerciantes exigen que se les tenga en cuenta y no repetir los errores del pasado.

Pimentel apuesta por “suspender el plan hasta que volvamos a los datos económicos previos a la crisis sanitaria y se garantice el accesoen transporte público”.

Argumenta que el Casco Antiguo es el que menos tráfico de vehículos privados tiene y tampoco es la zona con más alta contaminación del aire. El gobierno local defiende una restricción de tráfico en el centro al recibir la mayor cifra de desplazamientos de toda la ciudad (215.222 entre coches, peatones, bicis y transporte público) y porque la calidad de su aire no es buena.

Científica de primer nivel, tras disfrutar de la prestigiosa beca Fullbright en California, trabaja como titular en el laboratorio que Greenpeace tiene en la Universidad de Exeter.

Los 206.000 vehículos que recorrían a diario el casco histórico cayeron a la mitad, y hubo menos tráfico, ruidos y contaminación, recuerda el ex edil de Movilidad que lo dirigió.

Los ex ediles Francisco Fernández (PSOE) y Paula Garvín (IU) explican el día 18 los beneficios que trajo a la ciudad este plan de tráfico. Muchas voces en la ciudad piden que se rescate este proyecto. El debate lo organiza Amor de Barrio y A Contramano.

La Universidad de Sevilla apoya la petición. El partido Equo, Ecologistas y Friday For Future reclaman la vuelta del Plan Centro de tráfico.

Ecologistas en Acción reitera en su informe anual que se superan los límites máximos que aconseja la OMS a pesar de la reducción.

Los dos planes para hacer ciudades más sostenibles duraron apenas medio año y ambos fueron desactivados por el PP al llegar a la Alcaldía con justificaciones de que no funcionaban.