Salud Pública

Estreptococo A: síntomas, tratamiento y recomendaciones

Cultivo.

Cultivo. / Efe

La alerta lanzada desde el Reino Unido ante el inusual aumento de las infecciones en niños por estreptococo del grupo A (Streptococcus pyogenes), que han pasado de 186 casos en la semana 46 en años precedentes a 851 casos, ha activado la Red de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública

Esta bacteria ha causado dos muertes y 14 hospitalizaciones en Madrid. En Andalucía, fuentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) han descartado casos graves, de momento. 

"Aquí estamos viendo un aumento de casos, pero sin llegar al nivel del Reino Unido. Se trata de un aviso dirigido a los pediatras, para que lo tengan en cuenta en los diagnósticos; y a las autoridades, para establecer vigilancia y aumentar los recursos. No podemos tener los mismos recursos para atender a un aumento de infecciones víricas respiratorias y bacterianas", asevera el doctor Ignacio Salamanca, coordinador de Investigación en el Grupo IHP-Pediatría

¿Qué provoca el estreptococo?

"Es una bacteria que vive con nosotros, y que en algún momento actúa sola o acompañada por un cuadro vírico. Es decir, muchas veces son coinfecciones: un cuadro viral que lleva a un cuadro bacteriano", explica el doctor Ignacio Salamanca.

El estreptococo del grupo A convive en nuestro ecosistema, y suele afectar principalmente a la garganta provocando faringitis y amigdalitis, entre otros cuadros. Además de afectar las vías altas, esta bacteria también suele provocar daños en la piel: escarlatina e impétigo, principalmente.

El impétigo es una infección cutánea muy contagiosa que afecta principalmente a los bebés y a los niños pequeños. Por lo general, se manifiesta mediante la aparición de llagas rojas en la cara, en especial alrededor de la nariz y la boca, y en las manos y los pies. 

"En las consultas estamos viendo ya más faringoamigdalitis y más escarlatina", asevera el doctor Salamanca, que hace un "llamamiento a la tranquildad a las familias". De momento no se han registrado casos graves en Andalucía.

La mayoría de los casos son banales, es decir, no provocan gravedad. No obstante, el aumento de estos casos generar más casos severos. La gravedad se desencadena cuando la infección se extiende desde la garganta y la piel al resto del organismo pudiendo desencadenar shock séptico. Son pocos casos de preocupación.

Tratamiento

"Los que normalmente vamos a manejar en consulta escarlatina, impétigo y faringoamigdalitis", explica el doctor Salamanca. Al tratarse de infección bacteriana el tratamiento frente a estas enfermedades se centra en antibióticos.

Los pediatras también recomiendan reservar a los niños, sin acudir al colegio, para evitar contagios y las coinfecciones. "De cara a los padres, deben seguir indicaciones de tratamiento unido a la reserva de los niños cuando estén malos y la enfermedad lo requiera. En procesos como la faringoamigdalitis, lo idóneo no volver al colegio hasta tener iniciado el tratamiento antibiótico y estar sin síntomas", añade el doctor Salamanca. 

Recomendaciones

Las recomendaciones a profesionales de la salud de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP):

  • Mantener una elevada alerta y sospecha ante la posibilidad de casos graves de infección por S. pyogenes.
  • Iniciar tratamiento empírico con un betalactámico (según sospecha clínica) asociado a clindamicina ante la sospecha de iGAS grave, como shock séptico/tóxico, fascitis necrotizante o neumonía grave por su acción antitoxigénica, considerando consultar con un experto el tratamiento dirigido una vez exista confirmación etiológica.
  • Valorar administrar inmunoglobulina intravenosa ante cuadros de shock séptico/tóxico y fascitis necrotizante por S. pyogenes.
  • Mantener en domicilio, sin acudir al colegio, a todos los niños con una infección confirmada por S. pyogenes hasta llevar, al menos, 24 horas con un tratamiento antibiótico adecuado, para evitar la diseminación y el aumento de casos.
  • Fomentar la vacunación de la gripe en todas las edades, siempre que no haya contraindicaciones, especialmente en todos los niños entre 6 meses y 5 años, siguiendo las indicaciones del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP).

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