El laboratorio contaba con la infraestructura necesaria para cubrir todo el proceso de fabricación y distribución de droga. Esta peligrosa práctica ya causó una explosión en marzo de 2021 en Armilla.

Dos controles antidroga de la Guardia Civil en la provincia detectaron como estos individuos viajaban en sus coches con tabletas y bellotas de hachís.

La intervención se tuvo que realizar desde el helicóptero de salvamento debido a las dificultades de acceso al terreno.

Los detenidos habían apilado junto a su coche tres turbos de motores de camión, una turbina de presión de aire, dos electroválvulas de presión de gas y tres baterías de camión. Fueron sorprendidos por los agentes cuando iban cargados con cuatro garrafas con 100 litros de gasoil que soltaron antes de echar a correr.

Al irrumpir en el invernadero, los agentes vieron correr a tres individuos a los que no pudieron darles alcance, y descubrieron que huyeron porque dentro crecían más de 2.000 plantas de cannabis de más de metro y medio de altura.

Las imágenes grabadas por una cámara de seguridad fueron claves para localizar al delincuente, que poseía numerosos antecedentes policiales previos.

Uno de los tres montañeros que realizaban el descenso, en el término municipal de Órgiva, se había hecho daño en una pierna al realizar un salto de unos dos metros.

Los agentes interceptaron dos vehículos que realizaron una infracción de tráfico y los sacaron de la autovía en la salida de Dúrcal para no interferir en la circulación.

Todos los atracos se produjeron en una sola semana, lo que apuntaba a un único autor. La colaboración ciudadana fue clave para resolver el caso.

Un testigo anotó la matrícula del presunto ladrón, lo que fue clave para la localización del individuo.