Toque de atención del Rey

Esta vez su llamada a la convivencia ha tenido la gravedad de un toque de atención, "todos debemos hacer un ejercicio de responsabilidad", ha dicho el Rey.

No es la primera vez que el Rey se refiere a la necesaria convivencia en uno de sus discursos de Navidad, pero el aviso que ha dado en esta ocasión ha sido más grave, un toque de atención para los dirigentes políticos y para aquellos que forman parte de las instituciones. Como ha subrayado Felipe VI, España no es una excepción al resto de países donde vemos cómo sus democracias se están deteriorando. Nuestros riegos son los mismos, y estos son, tal como los ha definido el Rey: la división, el deterioro de la convivencia y la erosión de las instituciones. En efecto, las democracias están construidas para dar cabida a la pluralidad, modelos pensados para congeniar las diferencias, por lo que es una premisa de funcionamiento que se acepte la legitimidad del otro. Si no es así, la división comienza a carcomer la convivencia. En España, ha recordado el Rey sin hacer una mención explícita a un hecho, sabemos qué significado tiene esto. El último riesgo citado, el que estamos viendo en estas últimas semanas, es el deterioro de las instituciones. En este sentido, Felipe VI ha sido muy claro. "Todos debemos hacer un ejercicio de responsabilidad". Las instituciones deben actuar con lealtad entre ellas y bajo el objetivo del interés general, no se pueden convertir en trincheras desde donde batallar por unos intereses tan particulares que son ajenos a la sociedad. Si esta reflexión se hiciese, entre todos, pero sobre todo a quien corresponde, se llegaría a la conclusión de que en las instituciones ha faltado altura de miras, y que las respuestas dadas han sido, por desgracia, el atrincheramiento y los intentos de forzar las soluciones a las bravas.

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