Crónica

Carolina no conquista París...este año

Carolina Marín en la final del Abierto de Francia.

Carolina Marín en la final del Abierto de Francia. / EFE / EPA / Yoan Valat

No fue un gran partido. De estos que se guardan y se vuelven a ver. La final no fue lo suficientemente vistosa. Sí que tuvo su emoción. Su nerviosismo final. Y no dejaba de ser un Super 750. Por lo que supone para el ranking mundial. Y el prestigio. El palmarés, el currículo de todo deportista. Pero lo más importante era que Carolina Marín volvía a saltar al tapiz un domingo en un torneo internacional con suma importancia en el circuito. Esa era la noticia más importante. Seguir recuperando sensaciones. Seguir dejando atrás una lesión que le quitó mucho. Muchas citas imprescindibles. 

El Abierto de Francia será un punto de inflexión cuando en un futuro se haga un balance de la vida deportiva de la onubense. La final la perdió. En caliente, no gusta, como es normal. Pero en frío es un golpe sobre la mesa. Una nueva llamada al ranking de las mejores. Carolina vuelve a estar aquí. 

Y aun así, la volantista onubense pudo ganar la final a He Bing Jiao. Se quedó a un suspiro. A poco menos de dos detalles. Subsanables. Y eso es lo más importante. Octubre ha sido el mes de la china. La semana pasada ganó en Dinamarca. Este domingo en Francia. Y poco más se puede hacer cuando uno está en estado de gracia. Llevarla hasta el límite. Y Carolina lo hizo.

El encuentro arrancó con mucha igualdad, pero más que aciertos fueron los fallos los que sumaban puntos en el marcador de su rival.  Del 3-3, al 5-5, y al 8-8. Fue un tuya y mía, sin ser un partidazo. La china aprovechaba la izquierda de Carolina, donde encontraba sus puntos ganadores. Eso y un par de fallos de la onubense llevó el encuentro al 9-11. La española buscaba más la red, donde estaba siendo superior pero no terminaba de romperse el partido. 13-13 y 15-15. Ahí es cuando jugó la mejor Carolina, con buenos momentos para distanciarse 18-16 y grandes momentos para cerrar el 21-16. 

El segundo set fue de esos parciales en los que se empiezan a cometer fallos, se empieza a alejar el rival y cuando miras al marcador pone 2-11. Esto le pasó a Carolina, incluso se vio sobrepasada por momento. La inercia dejó hacer el resto (9-21). Guardar fuerzas para el siguiente y último parcial. 

Uno de los rallies más largos se dio en el primer punto del tercer set. Como diciendo ambas, "muy poco voy a ceder". Lo cierto es que la china estuvo más acertada y Carolina tuvo que ir a remolque. Jugó con la cabeza. Si no hubiese dicho adiós mucho más pronto. El parcial se fue incluso a 2-8, pero lo arregló la onubense igualando el 12-12. El final por escribir y no había manera de apostar dónde caía la moneda. La igualdad fue máxima. Carolina llegó incluso a ponerse por delante, pero un par de fallos tontos alargaron el partido hasta el final 20-20 y 20-22. Carolina no conquistó París. Este año. Pero hay que volver en 2023. Y en los JJOO de 2024, donde está el botín más preciado. 

Carolina se embolsa 9.350 puntos para el ranking mundial. Estará de nuevo en el top 5 la semana que viene. Y lo más importante. Su nombre vuelve a escribirse con mayúsculas en los cuadros. La lesión quedó atrás, y el año que viene se antoja muy importante.  La semana próxima jugará en Alemania, un Super 300, donde es la cabeza de serie número 1. A priori, será su último torneo del año. Después tocará descansar y preparar 2023, que llegará con un novedoso Super 1000 en el calendario, el de Malasia, en la semana 2.  

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