La aventura Telefónica Yamaha Globalrider será la primera vuelta al mundo en moto en la que el piloto y la motocicleta permanecerán los 37.000 kilómetros del recorrido totalmente conectados, transmitiendo en tiempo real múltiples parámetros tanto de la moto como del estado anímico del piloto. La experiencia es una combinación de tecnologías de Internet de las Cosas (IoT), cloud y M2M que permitirá estudiar el comportamiento de la máquina y el piloto y hacer su seguimiento en remoto.

La aventura, esponsorizada por Telefónica y Yamaha con el apoyo de 26 partners tecnológicos, es una iniciativa de Hugo Scagnetti que, tras sufrir una necrosis avascular de cabeza de fémur, prometió que si lograba volver a caminar daría la vuelta al mundo en moto y produciría un documental para Movistar + con el que se recaudarán fondos para la investigación científica en el campo de la medicina regenerativa para niños y jóvenes con células madre. Trece meses después, Hugo ha comenzado su aventura en la sede madrileña de Telefónica en Las Tablas, a donde regresará 80 días más tarde después de recorrer Francia, Italia, Grecia y Turquía, las repúblicas de Georgia, Azerbaiyán, Uzbekistán, Kazajstán y Kirguistán, Rusia, EEUU y el Reino Unido.

Scagnetti viaja en una Yamaha Super Ténéré XT1200Z que incorpora una pasarela IoT que capta datos recogidos por sensores y los envía mediante la plataforma Smart M2M de Telefónica a la nube permitiendo la lectura en tiempo real de parámetros como la temperatura, los gases, la presión, la inclinación o la aceleración de la moto, así como su integración en un mapa georreferenciado.

La moto va equipada con un navegador GPS premium y pantallas táctiles de alta sensibilidad compatibles con el uso de guantes. Y Scagnetti lleva varios sensores que recogen sus constantes vitales y su estado anímico gracias a un guante especialmente diseñado para la aventura, que recoge la actividad bioeléctrica de la piel y facilita información sobre sus emociones y procesos cognitivos.

Para la generación de los contenidos multimedia el piloto lleva diferentes cámaras, tanto integradas en la moto como de mano, un portátil superligero para procesar las imágenes y un drone de 500 gramos, con una cámara con objetivo de ojo de pez integrada, que se estabiliza digitalmente en un marco de tres ejes y graba vídeos Full HD. Las imágenes se transmiten en directo en la pantalla del dispositivo y el piloto puede modificar de forma digital el ángulo de la cámara en 180 grados con solo deslizar un dedo por la pantalla.

Los pormenores del viaje se pueden seguir en www.telefonica.yamaha.globalrider.org y en las redes sociales con el hashtag #TEFGlobalRider80.