La Campaña | Cádiz

La flor cortada se recupera tras la paralización que trajo la crisis sanitaria

La flor cortada se recupera tras la paralización que trajo la crisis sanitaria. La flor cortada se recupera tras la paralización que trajo la crisis sanitaria.

La flor cortada se recupera tras la paralización que trajo la crisis sanitaria. / D. A.

Escrito por

Redacción

La provincia de Cádiz vuelve a erigirse en la principal potencia productora de flor cortada en Andalucía, capitalizando más de la mitad de la superficie destinada a estos cultivos, y un porcentaje incluso mayor de la producción. La última campaña cerrada –2020-21– supuso un considerable incremento tanto de la producción como del valor obtenido, si bien en buena medida esto se correspondió con la vuelta a una relativa normalidad después del parón del curso 2019-20 a consecuencia de la crisis sanitaria originada por la pandemia.

El 56% de la superficie destinada en la comunidad autónoma a flores para su venta se encuentra en la provincia de Cádiz, que generó en la campaña pasada el 66% de la producción regional. Le siguió a mucha distancia Sevilla (19%), y sucesivamente Almería (5%), Córdoba (4%), Huelva (2%), Mála (1%) y Granada (3%) y Jaén (0%), según los datos recogidos en el informe de fin de campaña del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.

Este sector, cuya principal competencia es el potente homólogo neerlandés, no se ha librado de la subida de los costes, especialmente el de la energía y muy concretamente aquellas variedades de flores que requieren de un mínimo de horas de luz o de calefacción, casos de crisantemo, paniculata o solidago. De igual forma, también algunas plagas mermaron la producción, llegando incluso al 30% de pérdidas en algunas explotaciones. Todo, por culpa de los ‘bichos’ más temidos por casi todos los agricultores: trip, araña roja y mosca blanca.

Pese a recoger un 13% menos que la media de la última década, el incremento con el curso anterior fue del 155%

Con todo, y pese a que se recogió un 13% menos de producto que la media de la última década, el incremento de la producción fue del 155% sobre un curso anterior históricamente bajo por las reseñadas consecuencias de la pandemia. El rendimiento subió más incluso, hasta un 164%, si bien estuvo levemente por debajo de la media (-0,2%). Y quiza el dato más significativo, en clave negativa, sea el referente a la extensión de las producciones de flor cortada. En el conjunto de la comunidad autónoma y también de Cádiz la tendencia es perder superficie cada año. En dicha campaña cayeron las hectáreas destinadas a estoscultivos en un 4%, pero el descenso es más acusado con respecto a la media de las diez campañas anteriores, concretamente de un 12%.

La crisis económica asociada a la pandemia generó una disminución de la producción de flor cortada en Andalucía, así como en el resto de los países productores, entre ellos Países Bajos, principal productor europeo. Este descenso de la oferta trajo aparejado un aumento de las cotizaciones, una mayor fidelidad de los clientes y una mayor anticipación de sus pedidos. El incremento de precios con respecto a la campaña anterior fue del 19%, lograndose valores más altos en todas las variedades de flor, especialmente limonium (31%), paniculata (21%) y solidago (21%).

Las exportaciones de flor cortada se incrementaron en valor. De hecho, fue un 29% superior al de la media de los cinco cursos anteriores, y todo pese que a que, por volumen, es de un 11% menos que el periodo reseñado. El 83% de toda la flor cortada andaluza que se exporta lo compran comercializadores de Países Bajos. En cuanto a las importaciones, llegaron sobre todo de Colombia (74%) y Ecuador (18%), y crecieron en volumen y valor.

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