Timos Los timadores aprovechan los tiempos de crisis para 'cazar' a sus víctimas

Del tocomocho a las cartas nigerianas

  • Los delincuentes nigerianos envían cada día desde España al extranjero 40.000 cartas con falsos premios

El viejo timo del tocomocho es hoy en día "una gota en la inmensidad del océano" de lo que son las estafas de lotería, un fraude que actualmente acaparan en España delincuentes nigerianos, que envían cada día al extranjero 40.000 cartas en las que hacen a sus destinatarios ganadores de premios millonarios. Son las llamadas cartas nigerianas, que tienen como víctimas en un 99,9% de los casos a ciudadanos extranjeros.

Los delincuentes no echan casi el anzuelo a los españoles porque tienen arraigada la costumbre del juego y saben que "para que te toque, tienes que jugar", una norma muy primaria pero que no se tiene muy en cuenta en países con menos afición al azar. Los timadores aprovechan los tiempos de crisis para cazar a víctimas necesitadas de dinero, que piensan que "Dios ha venido a verles" cuando alguien les ofrece un supuesto décimo de lotería premiado o reciben una carta que les informa de que han ganado un premio en una lotería, a pesar de que no han jugado a ella.

Los timos de la lotería que afectan directamente a los españoles son "los de toda la vida, no han cambiado", según señalan los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF): el tocomocho y la venta de participaciones respaldadas con menos décimos, aunque ahora con la expansión de internet se han sumado a estas estafa "páginas enteras falsas" que venden lotería. Los agentes aconsejan a las posibles víctimas dos reglas de oro: no dar dinero a desconocidos. El mayor desconocido es internet. Y, si te ofrecen un chollo, pregúntate por qué no se lo quedan ellos, recalcan.

El tocomocho se sigue intentando, pero los agentes tienen conocimiento de uno de estos fraudes cada dos o tres meses. La estafa la encabeza un supuesto analfabeto, que comienza a entablar conversación con un viandante, y que tras ganar su confianza le enseña un décimo premiado, que no puede cobrar porque, por ejemplo, se tiene que ir del país corriendo para visitar a un familiar enfermo. Si su víctima no se fía, sale a escena un segundo timador, que o bien se interesa por la propuesta para hacer picar a la víctima, o bien le enseña un recorte de periódico en el que figura el número premiado.

El timo por excelencia en estos momentos, relacionado con la lotería, no afecta en gran medida a los españoles: sale de España, porque las cartas las envían los delincuentes desde nuestro país, pero sus víctimas residen en otros. Los delincuentes nigerianos, organizados en redes de entre ocho y quince personas, envían cada día desde España unas 40.000 cartas, en las que prometen a sus destinatarios cantidades millonarias con argumentos falsos. Los destinatarios de 40 de ellas pican y llegan a entregar por esa gran fortuna que les espera una media de 18.000 euros, según los policías de la UDEF, que reciben casi 15 denuncias diarias de estafas de este tipo.

El fraude se multiplica y se calcula que estos delincuentes han estafado unos 100 millones de euros en 2008. En lo que va de año, se han detenido 220 personas, a las que se les imputan 263 estafas. Entre 2006 y 2007 fueron 338 las que fueron a la cárcel. Se desconoce el número de estafados, porque muchos no denuncian, pero, según la Policía, esa cifra negra es alta.

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