Miedo Hay siete detenidos, acusados de utilizar sustancias químicas para dormir a sus vecinas

Una oleada de violaciones sacude una región de Bolivia

  • Al menos cien mujeres han sido violadas en los últimos dos años en Manitoba, una colonia menonita de orientación conservadora, impermeable a la modernidad

La tranquilidad y la confianza mutua que caracteriza a la colonia menonita de Manitoba, situada al este de Bolivia, se ha convertido en miedo y confusión después de se confirmaran las sospechas sobre una violación sexual masiva que se ha continuado durante los dos últimos años. Los menonitas, una comunidad cristiana de cerca de 2.000 habitantes, se caracterizan por ser religiosos conservadores que rechazan cualquier tipo de indicio de modernidad en su vida. Viajan en carretas impulsadas por caballos, generan la energía que usan con métodos sostenibles y tienen prohibido tener una carretera asfaltada cerca de su comunidad.

Pero la calma dio paso al terror cuando el pasado 24 de junio siete hombres, la mayoría de ellos jóvenes, fueron detenidos de forma preventiva acusados de la presunta violación de sus propias vecinas. Utilizaban una sustancia química para dormir a sus víctimas que introducían por las puertas y ventanas de sus casas. Otro menonita, de 41 años, también fue detenido acusado de complicidad por proveer presuntamente al resto de acusados de somníferos, que vendía por 50 dólares, e incluso pastillas Viagra y medicamentos para poner en celo a los animales.

En los últimos años, muchas niñas amanecían desnudas y notaban hechos extraños, pero no se atrevían a contárselo a sus padres. Algunas mujeres de la comunidad atribuían los hechos a "un acto del diablo", por lo que las violaciones continuaron sin que nadie las denunciara.

"Es un hecho muy doloroso que avergüenza mucho a la comunidad", aseguró Peter Kenelsen, vecino de la localidad. Otro vecino, Johan Klassen, manifestaba su horror ante los hechos mientras reconocía que el terror había invadido Manitoba. "Hay miedo y la gente está reforzando la seguridad en sus casas", sentenció.

Según el fiscal encargado del caso, Freddy Pérez, los acusados "no respetaron a nadie". Existen casos en los que los detenidos violaron a sus propias hermanas, a una disminuida psíquica y a muchas niñas y ancianas. "No respetaron ni a los líderes religiosos de la comunidad, también violaron a sus hijas", manifestó John Boldt, vecino de la colonia.

La tradición menonita establece que las mujeres deben llegar vírgenes al matrimonio, por lo que estas violaciones supondrán una mancha en la vida de las jóvenes violadas. Según relatan en la comunidad, los chicos no querrán casarse con las afectadas. Jose Antonio Ramos, el psicólogo que atiende a las menores, explicó que además del daño moral por haber sido violadas, las niñas sufrirán por las "connotaciones que el suceso tiene por la religión y las costumbres conservadoras de la comunidad".

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