'Mulching': Así protegen los terrenos devastados por los incendios de agosto en Orense

Se trata de una técnica que consiste en colocar acolchados de paja, fibras de madera y otros materiales para crear fajas que minimicen la erosión de los terrenos calcinados.

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Los trabajos buscan fijar el suelo con paja, ramas y otros materiales para frenar la escorrentía en los montes quemados.
Los trabajos buscan fijar el suelo con paja, ramas y otros materiales para frenar la escorrentía en los montes quemados. / EFE
Agencias

Orense, 11 de octubre 2025 - 16:56

Varios programas de voluntariado han comenzado este fin de semana en las zonas devastadas por los incendios el pasado agosto en la provincia de Orense para construir estructuras que impidan que las lluvias arrastren el terreno calcinado y contaminen ríos y acuíferos.

La Xunta ha convocado 650 plazas en su programa de voluntariado para realizar actuaciones en espacios protegidos de una docena de municipios, que han empezado este fin de semana pero que se desarrollarán durante todo el mes. Se trata de los municipios de A Veiga, Baltar, Beade, Carballeda de Valdeorras, Chandrexa de Queixa, Cualedro, Larouco, Manzaneda, Oímbra, Rubiá, Vilamartín de Valdeorras y Vilariño de Conso.

Los voluntarios participan en intervenciones para colocar acolchados de paja, fibras de madera y otros materiales para crear fajas protectoras en zonas afectadas por el fuego y con pendientes elevadas, una técnica conocida como mulching.

Esta técnica se considera la medida preventiva "más efectiva y rápida" para minimizar los riesgos de erosión tras un incendio ya que el fuego hace desaparecer la vegetación que protege el suelo y lo deja más expuesto a la lluvia, ha destacado la Consellería de Medio Ambiente.

Un voluntario ayudando en las labores de protección del suelo en Manzaneda.
Un voluntario ayudando en las labores de protección del suelo en Manzaneda. / EFE

Además, el fuego puede generar una capa de terreno que repele el agua, por lo que aumenta mucho la escorrentía superficial y provoca problemas hidrológicos que elevan el riesgo de erosión y el transporte de cenizas y tierra que pueden afectar a los ríos y las captaciones de agua.

Los voluntarios también han participado en el reparto manual de alimentos y agua para la fauna.

En las zonas de difícil acceso, la Xunta complementa este reparto con la distribución de grandes placas gigantes de paja, de 200 kilos o más, lanzadas desde un helicóptero.

Todos los costes de alojamiento y manutención de los voluntarios están cubiertos por la Xunta, con un presupuesto de 200.000 euros de la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático en coordinación con la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude.

Protección de acuíferos en Manzaneda

Este sábado también han empezado otras acciones de voluntariado promovidas por Abanca y su Obra Social en Manzaneda, con intervenciones de mulching y la creación de barreras naturales con madera o piedras para proteger los acuíferos.

Más de 50 personas han participado en estos trabajos, realizados en los bordes y zonas colindantes al Rego da Mourela, en el lugar de Tonxil y perteneciente a la parroquia de Placín, fuertemente castigado por los incendios.

Esta primera actividad de voluntariado marca el inicio del Plan de Acción contra los incendios diseñado por Abanca, en colaboración con Afundación.

Un voluntario corta ramas para usarlas en los diques.
Un voluntario corta ramas para usarlas en los diques. / EFE

El plan incluye una línea de financiación de 150 millones de euros para familias y empresas, anticipos para las indemnizaciones de seguros y otras ayudas públicas y adelantar ayudas de la PAC al 0 %.

También tiene una dotación de un millón de euros para adquirir material y otros recursos para la prevención de futuros fuegos, como drones y kits de emergencia con material de respuesta rápida.

Por último se impulsarán acciones de formación y concienciación ciudadana sobre prevención y respuesta inmediata a incendios y se colaborará con proyectos de investigación.

En las acciones de voluntariado de Abanca ha colaborado la Xunta, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y el Concello de Manzaneda.

Galicia, y especialmente la provincia de Orense, fue una de las comunidades más afectadas por la oleada de fuegos forestales el pasado mes de agosto, que arrasaron más de 140.000 hectáreas.

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