Tipo combi o tradicional, más alto o más bajo, convencional o no Frost, botones analógicos o display digital… Hay muchas decisiones que tomar antes de comprar uno de los electrodomésticos imprescindibles en cualquier casa. El frigorífico es el rey, suele ser de los que más tiempo permanecen en las casas y también es el que más energía consume, por el mero hecho de que está permanentemente encendido y funcionando.

Aunque la elección de un combi es la más habitual entre los españoles, que también tienen preferencia por clasificaciones energéticas altas (esto es, de menor consumo), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revelado que no todos cumplen con lo que prometen.

La OCU constata grandes diferencias de calidad, sobre todo en el aislamiento y la capacidad de congelación, pero también en el consumo eléctrico, independientemente del precio del modelo. Las diferencias, de hasta 333 Wh al día, suponen un sobrecoste eléctrico de más de 200 euros a lo largo de la vida útil del aparato. Un problema que se observa tanto en los modelos más caros como en los más baratos.

Los resultados de un análisis de 24 frigoríficos combi con congelador no Frost apuntan diferencias de hasta un 43% en el consumo, lo que se traduce en un ahorro de hasta 18 euros al año para los modelos más eficientes, o lo que es lo mismo, más de 200 euros a lo largo de su vida útil (12 años según las encuestas de uso realizadas por OCU). Y es que frente a los 774 Wh/día que consume el Electrolux EN3790MOX (clase energética A++), otros apenas gastan 441 Wh/día, como las dos Compras Maestras (A+++): el Liebherr CNPEL-371 (desde 617 euros), además de por su bajo consumo, destaca por la excelente capacidad del refrigerador.

En su debe, la falta de un sistema no-frost en la parte del refrigerador y el nivel de ruido y vibraciones, que podría mejorarse. Por su parte, el Hisense RB 438N4GX3 (desde 478 euros) no solo es uno de los modelos más baratos y eficientes, además cuenta con sistema no-frost tanto en el congelador como en el refrigerador. Aunque debería mejorar su capacidad de congelación y su aislamiento, según la OCU.

El consumo eléctrico del frigorífico, recuerda la organización, también depende de su instalación y el uso que haga de él. Por eso da algunos consejos interesantes para ahorrar energía: 

1. Instalarlo lejos de fuentes de calor como el horno o una ventana soleada. Y dejar espacio alrededor para que el aire circule. 
2. No bajar en exceso la temperatura del termostato: bastan 5ºC en el frigorífico y -18ºC en el congelador.  
3. Descongelar de vez en cuando. Tres milímetros de escarcha en el congelador aumentan un 30 % el consumo. 
4. No meter comida caliente en la nevera y mucho menos en el congelador. Tampoco conviene dejar la puerta abierta mucho tiempo.  
5. Aprovechar bien el volumen de la nevera, pero sin llegar a comprimir los alimentos o sobrecargarlo en exceso.