Es curioso cómo nuestro vehículo, que antes era una herramienta de movilidad, se ha convertido durante esta pandemia por coronavirus en un acotamiento personal, como si fuera un hogar móvil, en el que no cualquiera puede entrar.

Y, como nuestra casa que ha sido, durante este verano, está claro que hemos tenido que utilizar el aire acondicionado a pleno rendimiento.

Pronto llegará las bajadas de temperaturas, y nuestro aire, como es lógico, volverá a funcionar sin tregua para calentar el vehículo. Según los expertos, es este el momento adecuado, entre usos muy seguidos, para proceder a la revisión, ya sea porque se haya visto durante el periodo estival un mal funcionamiento o porque toque visita al taller antes de que llegue la temporada invernal, evitando de esta manera posibles malos ratos.

Mantenimiento obligado

Precisamente, la Dirección General de Tráfico (DGT) utiliza el caso del aire acondicionado para explicar cómo limpiar el sistema con el fin de evitar que provoque mal olor al ponerlo en funcionamiento.

En ocasiones, puede ocurrir que se encienda el aire acondicionado del coche y de las rendijas emane un olor desagradable y no sea de humedad, sino consecuencia de un mantenimiento inadecuado. La DGT recuerda que el gas se debe recargar cada dos años, "como mínimo", mientras que el filtro de aire se recomienda sustituir una vez al año o cada 10.000 kilómetros.

Por otra parte, la temperatura perfecta para conducir se encuentra entre los 21 y los 23 grados, tanto en invierno como en verano. En el caso de que notemos un olor molesto es necesario revisar toda la instalación, ya que, lo más probable, es que haya proliferado patógenos entre los conductos que van por dentro del vehículo. Además de hongos y bacterias, la DGT recuerda que, sin la limpieza adecuada, el Covid-19 puede expandirse en el interior del auto cuando ponga en marcha el aire acondicionado.

Limpieza efectiva

En el caso de que nos decantemos por el mantenimiento y limpieza en un taller, se utilizará ozono y elementos detergentes para eliminar la microflora que provoca el mal olor.

Sin embargo, nosotros mismos también podemos proceder a una limpieza parecida del sistema del aire acondicionado, según la DGT.

¿Cómo sería? Muy fácil. El conductor deberá limpiar primero las rendijas de polvo, por ejemplo con pinceles, y proceder después a quitar la humedad del vehículo enchufando durante cinco minutos la calefacción con el aire parado y el vehículo vacío.

Con posterioridad, se recomienda utilizar productos desinfectantes para eliminar los patógenos. Estos se venden con un boquilla especial para introducirlas por las rendijas. Tras ese paso, el proceso termina encendiendo el aire acondicionado durante otros cinco minutos a máxima potencia, nuevamente con las ventanillas completamente cerradas y el conductor fuera. Se concluye el proceso ventilando el habitáculo.