Desde el principio de la vida, las personas somos seres sexuados y a lo largo de nuestra existencia, la sexualidad se va desarrollando dando lugar a una gran variabilidad y diversidad erótica. Mantenerse activos está relacionado con el placer y el bienestar de la persona e influye en su salud física y psicosocial. Solo con la muerte dejamos de ser personas sexuadas ya que incluso en situaciones adversas se puede llegar a tener una vida sexual plena.

Muchos piensan que con el tiempo,es decir, conforme pasan las etapas de la vida, la vida sexual de una persona disminuye o incluso desaparece pero nada más lejos de la realidad, simplemente cambia el foco de expresión en cada etapa.

Las 4 edades sexuales

En la infancia, Las manifestaciones y respuestas sexuales están presentes desde antes del nacimiento. En esta etapa experimentan placer acariciando los genitales, inicialmente de manera exploratoria y, alrededor de los 2-3 años, intencionadamente. Durante la primera infancia (3-7 años), comienzan a presentar interés por el descubrimiento de los genitales de otros y a experimentar con la autoestimulación genital. Cabe destacar que en esta fase es muy importante para su desarrollo sexual las relaciones de apego los con padres .

Pasada esta primera etapa, nos adentramos en la pubertad y adolescencia. se trata de un largo proceso de maduración que va desde los diez años hasta la mayoría de edad aproximadamente en la que se descubre el sexo que viene guiado por por cambios anatómicos y fisiológicos (pubertad) y el ajuste e identificación con el propio sexo hasta su consolidación (adolescencia).

En esta etapa, es frecuente la incertidumbre sobre qué les está pasando, ya que con la llegada de la pubertad sufren una serie de cambios como serian el funcionamiento hormonal, maduración de los órganos sexuales, aparición de los rasgos sexuales secundarios, inicio de la capacidad reproductora  dando lugar además al desarrollo de una nueva figura corporal.

 En este periodo, la identidad sexual y el rol de género se consolidan, sintiendo pertenecer a un grupo de iguales que refuerza su identidad. Los afectos, el deseo, la atracción y el enamoramiento cobran especial relevancia. Experimentan con su propio cuerpo, masturbación y orgasmo, así como las primeras experiencias coitales con otras personas. 

Juventud y adultez, es la siguiente etapa. En la juventud, los niveles de sexuación referidos a la identidad y orientación están establecidos. En esta etapa es la pareja el principal ámbito de expresión erótica.  Parece diferenciar entre hombres y mujeres podemos decir que los hombres están más enfocados al sexo y las mujeres a la sensualidad y afectividad.

Durante la adultez,se inician importantes cambios corporales motivados por el declive hormonal tanto en el hombre como en la mujer. En el caso de las mujeres, comienza la menopausia además de la disminución del deseo sexual. En el caso de los hombres disminuye el vigor físico y la capacidad erectiva.

La vejez, se presenta cómo la última etapa del desarrollo sexual. Se relaciona con el proceso  de envejecimiento en el que empiezan a variar la respuesta a estímulos sexuales que se pueden ver relacionados con enfermedades crónicas. En las personas mayores disminuyen algunas conductas sexuales como el coito, pero no el disfrute. 

A estos problemas se le suman que no cuentan con el ambiente más adecuado de intimidad para mantener relaciones sexuales ya que la mayoría de ancianos viven en residencias o en casa de sus hijos.

En conclusión, rompiendo con el mito de la edad, el sexo simplemente tiene circunstancias que les impide a las personas mantener relaciones sexuales con normalidad.