La reina de la belleza venezolana Dayana Mendoza, coronada como Miss Universo en Vietnam, atribuyó a su personalidad y sus valores el triunfo que la designó como la más guapa del mundo en 2008.

"Cada chica tiene su personalidad. Yo tengo a mi familia, mis valores, y ahí está la diferencia entre cada una", dijo Mendoza minutos después de su victoria.

La representante de Venezuela aseguró que en ningún momento, ni antes ni durante la gala, se sintió la favorita para ganar el concurso, aunque admitió: "siempre confié en mis posibilidades".

"Les voy a ser sincera, lloré mucho", declaró durante la rueda de prensa posterior al certamen, si bien añadió, más relajada, que "ahora sólo quiero quitarme los zapatos y tomarme un masaje".

Tras convertirse Miss Universo, Mendoza se dirigió a las otras 79 concursantes para expresarles: "Todas las que estábamos aquí, somos Reinas".

La proclamación tuvo lugar en un mano a mano final con la colombiana Taliana Vargas, finalmente elegida Primera Dama de Honor.

"Nos cogimos de la mano y rezamos las dos juntas, el escenario estaba lleno de santos", afirmó la venezolana, quien aprovechó para declarar que ambos países "somos vecinos, somos hermanos".