Enfermedades infecciosas

Gusano pulmonar de la rata: qué es este parásito que causa la meningitis y se ha detectado en España

Gusano pulmonar de la rata

Gusano pulmonar de la rata

El gusano pulmonar de la rata, el Angiostrongylus cantonensis, está de actualidad tras publicarse un estudio importante en el que se anuncia que se ha detectado el gusano en Valencia, siendo el primer sitio de Europa continental donde se identifica. El trabajo se ha realizado por el grupo de Parásitos y Salud de la Universidad de Valencia y dirigido por la catedrática María Teresa Galán.

En concreto, esta investigación indica que el gusano se ha identificado tanto en ratas de alcantarilla (Rattus norvegicus), común entornos urbanos, como en la rata negra (Rattus rattus), más común en el medio rural.

Así pues, tras analizar 90 ejemplares de ambas especies, se encontró el parásito en un 9% de ellos, tanto en entornos urbanos como rurales, lo cual sugiere una amplia distribución.

Cómo se contagia un ser humano

El parásito está presente en las arterias pulmonares de las ratas y puede transmitirse a los humanos y causar meningitis. Así las cosas es el motivo más común para causar.  En los seres humanos se puede transmitir por la ingestión de caracoles y babosas, que serán los hospederos intermediarios de las larvas. De la misma manera serán peligrosas las lechugas y otros vegetales contaminados en contacto con los rastreros. También es posible adquirir el gusano desde cangrejos de tierra, ranas, sapos o camarones o gambas de agua dulce

Tratamiento de la angiostrongiliasis

Para la meningitis habría que suministrar analgésicos, corticosteroides y extracción de líquido cefalorraquídeo. La terapia antihelmíntica puede aumentar la respuesta inflamatoria porque da como resultado la liberación de antígenos del parásito. La mayoría de los pacientes presentan una enfermedad autolimitada y se recuperan completamente.

Prevención

Las personas que viven cerca de áreas con A. cantonensis debe evitar comer caracoles crudos o poco cocidos, babosas, camarones de agua dulce, cangrejos de tierra, ranas, centípedos y lagartos, así como vegetales y zumos de vegetales contaminados.

De la misma manera es fundamental lavarse bien las manos después de realizar actividades en el jardín, especialmente si se ha tenido contacto con caracoles y babosas.

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