En la actualidad, lo más común es vivir de alquiler. Ya sea por ser estudiante en otra ciudad o por ser un joven adulto que no puede acceder a la compra de una vivienda propia, lo cierto es que cada vez son más las personas que optan por alquilar tanto una vivienda como una habitación. 

Sin embargo, no son pocas las veces que los arrendatarios se han encontrado con más de una sorpresa desagradable, entre ellas, por ejemplo, algún tipo de estafa. Por ello, traemos a continuación una serie de consejos que se deben seguir para adquirir un alquiler con todas las garantías de éxito aseguradas. 

Conocer al arrendador y la zona

Lo más importante es saber que la persona que arrienda, o la empresa en el caso de que se produzca a través de inmobiliaria, realmente posee el inmueble y no se trata de estafadores. Con el auge de los alquileres, han aparecido numerosos timos en torno a él; ponen precios de alquiler muy bajos o condiciones para acceder a la vivienda muy fáciles de cumplir y sin apenas documentos. En caso de duda, es importa solicitar una Nota Simple en el Registro de la Propiedad.

Por ello, es importante saber cuál es el precio medio de los alquileres de la zona en la que se desee vivir, esto facilitará que, en el caso de encontrar un precio inusualmente bajo, salte rápidamente a la vista. Puede ocurrir también que un importe bajo esté relacionado con taras en el inmueble u otro tipo de circunstancias (como vivir en un sexto sin ascensor), es por ello que otro de los básicos para asegurarse un alquiler en condiciones es visitar siempre la vivienda. 

Visita el piso

Las fotografías y los vídeos engañan. Las perspectivas y la amplitud de una vivienda varía (siempre) entre lo que se ve en el anuncio y lo que resulta en la vida real. 

Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta, y por el que hay que hacer una visita en persona a una futura casa, es el tema de la luminosidad. Es muy fácil hacer fotos con la luz encendida o en determinados momentos del día en los que las habitaciones se vea más iluminadas.

En resumen: comprobar el estado en que se encuentra la vivienda. Antes de firmar el contrato, debe constar en el mismo un listado de desperfectos y un inventario con los electrodomésticos, muebles y enseres que se queden en la vivienda.

A la hora de firmar el contrato

Lo más recomendable es hacer la contratación por escrito con la presencia simultánea de las partes implicadas, tanto arrendatarios como arrendador. En este mismo momento (o de forma previa si es que el contrato ha sido enviado por mail) se debe leer con detalle el documento antes de firmarlo y, si fuera necesario, reclamar la modificación del contrato en aquellos casos en que conlleve cláusulas abusivas, teniendo en cuenta los derechos y obligaciones que asisten a la persona arrendataria, así como la libertad de pactar mutuamente el documento contractual.

Llegados a este momento es importante aclarar que los arrendatarios podrán desistir del contrato de arrendamiento una vez que hayan pasado al menos 6 meses, siempre que lo comunique a la parte arrendadora con una antelación mínima de 30 días. Aunque bien es cierto que es clausula puede variar en función de lo estipulado en el documento.

Es también en la firma del contrato cuando se debe aclarar si los suministros (luz, gas, agua, internet) están dados de alta y si vienen incluidos en el precio final del alquiler o corre por cuenta de la persona arrendataria.

Siguiendo estos sencillos pasos, el alquiler de una futura vivienda será todo un éxito.