Sociedad

Detenido un polaco acusado de secuestrar y violar a su hija durante seis años

  • De la relación incestuosa nacieron dos niños, que fueron dados en adopción. El caso recuerda al de Josef Fritzl.

Un polaco de 45 años ha sido puesto a disposición judicial, acusado de haber mantenido durante los últimos seis años a su hija encerrada en un cuarto de la casa familiar, donde la violó en repetidas ocasiones, en una relación incestuosa de la que nacieron dos niños que el padre obligó a dar en adopción.

Las autoridades tuvieron conocimiento de los hechos tras las denuncias de la propia hija, que hoy tiene 21 años, y su madre, la esposa del detenido, que decidieron revelar a los agentes el infierno que se vivía en su casa de Grodziska, una aldea al este de Polonia, según informó el portavoz de la comandancia central de policía, Mariusz Sokolowski.

Como reconoció el propio Sokolowski, este dramático caso recuerda a lo sucedido hace meses en Austria, donde el perito electricista jubilado Josef Fritzl mantuvo secuestrada en un sótano a su hija, en un cautiverio durante el que nacieron siete hijos fruto de la forzada relación incestuosa.

Según el relato de la Policía, el calvario de la joven polaca comenzó cuando apenas era una chiquilla de quince años y su padre la encerró en un cuarto de la casa familiar, del que era imposible escapar.

En ese momento, atendiendo a las primeras investigaciones, el hombre comenzó a mantener relaciones sexuales con su propia hija, de las que finalmente nacieron dos niños, uno en 2005 y otro en 2007, que fueron dados en adopción por orden del propio padre y contra la voluntad de su madre.

Según explicó Sokolowski en una entrevista en la cadena de televisión TVN 24, la joven pudo salir en algunas ocasiones de esta cautiverio, en concreto cuando fue a dar a luz a un hospital público a sus dos pequeños, aunque siempre bajo la estrecha vigilancia de su padre y torturador.

La joven Alicja ha denunciado este martes ante la prensa que fue tratada como una esclava por su progenitor.

"Él me decía que tenía derechos sobre mí y me amenazaba con matar a mi madre y a mi hermano pequeño si no me dejaba hacer", confiesa la muchacha en una entrevista que publica el diario Fakt, en la que reconoce que durante todo este tiempo se sintió "como un pedazo de carne".

"Antes era una chica feliz, con sueños, con ilusiones, como cualquier adolescente, quería continuar mis estudios y, un día, salir del campo", explica.

La madre de Alicja conocía todo los que sucedía en la casa familiar desde el principio, desde la primera vez que su marido decidió ejercer "sus derechos" sobre la chiquilla, desde la noche en la que entró en su cuarto a "escuchar un poco de música", añade.

"Al principio pensé que era una broma, una tontería de mi padre, pero luego me hizo daño, me ató, me apretó el cuerpo mientras con la otra mano me arrancaba las bragas", recuerda Alicja, una muchacha de baja estatura y pelirroja, que durante seis años vivió "en el infierno".

"Mi madre me decía que nos escaparíamos, que se divorciaría, que todo iría bien, que saldríamos adelante solas, aunque papá era demasiado fuerte y no lo permitió nunca", explica la joven en el rotativo Fakt.

"Claro que sabía que todo estaba mal, pero ¿qué podía hacer? ¡El me amenazaba, por eso nunca dije nada y callaba, tenía miedo!", declaró la madre a la prensa, mientras se mantenía parapetada detrás de la puerta de su casa.

Mientras, los agentes han iniciado la búsqueda de los dos hijos dados en adopción, a los que se le realizará un test de paternidad para confirmar el drama provocado por el que ya algunos medios han comenzado a llamar el Josef Fritzl polaco.

Por ahora, el hombre permanecerá detenido al menos tres meses mientras se llevan a cabo las investigaciones, según informó el portavoz policial.

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