Covid-19

Demencias, la primera causa de muerte entre casos sospechosos de Covid

Gente, con y sin mascarillas, en Sevilla.

Gente, con y sin mascarillas, en Sevilla. / R. D.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó, hace dos semanas, su estadística de 2020, en el que se reportaba un aumento de la mortalidad española del 18% respecto a 2019. Y aunque el grueso del aumento en la mortalidad correspondió a personas que fallecieron por Covid-19, dos enfermedades neurológicas - el Alzheimer y los ictus- repuntaron llamativamente su mortalidad el año pasado, con un 6,4% y un 0,4% respectivamente. La mortalidad por Alzheimer fue además la tercera causa no Covid que más incremento experimentó en España.

"Las razones de estos aumentos son principalmente debidas a que, aunque la Covid-19 no fue el desencadenante del fallecimiento, sí contribuyó a él por encontrarse entre las comorbilidades de la persona que falleció", explica la Sociedad Española de Neurología, que celebra desde ayer su reunión anual.

Los ictus fueron la tercera causa de muerte más habitual en personas con Covid-19 identificado y con Covid-19 sospechoso; y las demencias, la primera causa de mortalidad en personas con Covid sospechoso.

"No es de extrañar por lo tanto que dos trabajos realizados en Cataluña, y que también se van a presentar en la Reunión Anual de la SEN, destaquen que haber padecido un ictus previo (tanto isquémico como hemorrágico) se asocia con mayor mortalidad por Covid-19 (más del 40%), o que el diagnóstico de demencia se asocie a más mortalidad tras sufrir Covid-19 en todas las edades y sexos", añaden las mismas fuentes.

Personas con epilepsia ingresan en UCI por Covid casi el doble

Este aumento de la mortalidad no se circunscribe solo a estas dos enfermedades neurológicas. También se va a presentar un estudio retrospectivo, realizado con datos procedentes de 14 hospitales españoles, que concluye que las personas con epilepsia fueron hospitalizadas, ingresadas en UCI y fallecieron por Covid-19 casi el doble en proporción con la población general.

 “El impacto del SARS-CoV-2 no se puede medir solo en el número de nuevos casos que se producen a la semana, en el número de personas que están hospitalizadas por esta causa o en el número de personas que fallecen por Covid-19. Aunque la vacunación ha mejorado mucho el panorama, se trata de una pandemia que sigue causando mortalidad en personas que padecen otras enfermedades y que puede dejar secuelas. En este sentido es necesario medir adecuadamente el impacto de la COVID-19 sobre los sistemas de salud y la demanda asistencial, para redistribuir recursos y profundizar en el conocimiento y tratamiento de estos problemas”, concluye el doctor José Miguel Láinez, presidente de la SEN. 

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