Aunque el frío parece no querer mucho a Andalucía, el invierno tiene que llegar. Lo hará el 21 de diciembre, a las 17:48, correspondiendo así a las directrices marcadas por el hemisferio norte y el Instituto de Geografía Nacional. Esta época del año durará hasta el 20 de marzo de 2021, fecha en la que entrará una primavera que posiblemente sea igual de atípica que la anterior debido al coronavirus.

Basado en el meridiano de Greenwich, España entra en invierno una hora más tarde que algunos países, entre otras cosas, por el horario establecido de Europa Central que, aunque no es el que se nos debería asignar, es el que seguimos en nuestro día a día.

Este año, el invierno puede que sea más llevadero en un país que tiene el ocio por bandera. Las restricciones y medidas impuestas por la crisis sanitaria del Covid-19 harán que los días de frío, donde el sol se esconde antes y las noches se hacen largas, ganan protagonismo y los pasemos en casa casi de manera obligada. Para los amantes de las temperaturas cálidas, deben saber que en el hemisferio norte, esta época del año dura unos cinco días menos que en el hemisferio sur, por lo que el suplicio será algo más corto.

El día más corto del año

El solsticio de invierno está muy relacionado con el movimiento de la Tierra en relación al Sol, del que estamos un periodo de tiempo más alejados que corresponde con los meses más fríos. Desde el momento en el que se produce este distanciamiento, las noches son más largas pero, como ocurre en verano, poco a poco irán disminuyendo en duración hasta que vuelva a ser más protagonista el día.

Si atendemos a Madrid como ejemplo, el 21 de diciembre será el día más corto del año, durará solo 9 horas, siendo la noche del 21 al 22 la más larga. Esta característica choca frontalmente con el día más largo que se produjo el 30 de junio, con 15 horas de sol.

Datos curiosos sobre el solsticio de invierno

La palabra Solsticio proviene del latín Solstitium, de las palabras sol y status, que quiere decir "Sol quieto". Este día no solo marca el inicio del invierno, sino la finalización de muchas fiestas como el resurgimiento de Amaterasu, en Japón, al renacimiento de Chaomos en Pakistán o el festival en honor de Beiwe, en la lejana Laponia.

Uno de los datos más curiosos está relacionado con la Navidad. Esta festividad se celebraba antes en primavera, pero las colonizaciones hicieron que se cambiara a esta estación del año.