Sociedad

Cendón cree que los secuestradores no tenían relación directa con los piratas

  • El fotógrafo gallego ha afirmado que "en este secuestro hubo más personas implicadas que el fixer (intermediario) y el traductor".

El fotógrafo gallego José Cendón, liberado el pasado 4 de enero después de 39 días de secuestro en Somalia, indicó hoy en una conferencia de prensa en Santiago de Compostela, donde se reunió con sus familiares, que quienes lo retuvieron "no tenían relación directa con los piratas".

Cendón fue secuestrado a finales de noviembre junto al periodista británico Colin Freeman en Bosaso, en la región nordoriental somalí de Puntlandia, por un grupo armado cuando ambos se disponían a abandonar el país tras haber efectuado un reportaje sobre la proliferación de la piratería en las costas de ese país del Cuerno de África.

El reportero, que reside en Etiopía, contó que el último día, cuando ambos se disponían a abandonar el hotel para el aeropuerto, se sorprendieron de que los guardias de seguridad pública que les habían ocasionado tantos problemas para efectuar su labor hubieran sido sustituidos por otros, y dijo que "en este secuestro hubo más personas implicadas que el fixer (intermediario) y el traductor".

Indicó que el ministro de Seguridad de esa región de Somalia les "encasquetó sus guardias de seguridad" privados, que se vieron obligados a "aceptar amablemente", y lamentó que les ocasionaron "muchísimos problemas", hasta el punto de que "cualquier decisión sobre el sitio al que teníamos que ir era su decisión", por lo que en un momento confesó: "Intentamos desembarazarnos de ellos".

Apuntó que el último día, el intermediario con el que habían hablado para la organización del viaje les propuso que eligieran entre los guardias de seguridad o los agentes privados que les habían acompañado durante unos días, para escoltarlos hasta el aeropuerto, y consideraron que "no tenía sentido que vinieran los del Gobierno".

Cendón, que apareció en la conferencia de prensa acompañado de su hermana Julia, dijo que "el momento más complicado fue cuando un grupo de somalíes que no conocíamos llegaron a las cuevas donde estábamos y se liaron a tiros con nuestros secuestradores durante media hora o cuarenta minutos".

Añadió que durante el cautiverio "muchos días eran aburridos", que algunas jornadas tenían que "caminar muchas horas", pero la mayor parte del tiempo lo pasaron "jugando al ajedrez" y hablando.

"Intentamos hablar con los secuestradores", dijo Cendón y señaló que, pese a que no conocerlos, lograron convencerles para enseñarles algunas palabras de inglés y en contrapartida aprender de ellos algo de somalí, "hasta que empezaron las amenazas de muerte y tuvimos que parar las clases", dijo.

Durante el cautiverio, Cendón confesó que al principio apostó que el secuestro "iba a durar menos de dos semanas", a lo que Freeman le contestó que "estaría encantado de pagarla" pero que creía que "iba a durar más, y "al final me ganó la apuesta, desgraciadamente", dijo.

Señaló no saber nada ni de las negociaciones ni de un supuesto pago de rescate para su liberación, pero subrayó con gran sentido del humor que esperaba disfrutar en Galicia de "marisco y -vino de- Albariño", así como de unos días de reposo junto a su familia.

"Es un poco triste que me haya hecho famoso por haber sido secuestrado", indicó Cendón, quien aseguró que "eso no es un gran mérito".

Añadió que él es "simplemente un fotógrafo que vive su vida tranquilamente en África y que va a seguir" en ese continente, con el que dijo tener una relación de "amor y odio".

"Creo que en España no interesa África en absoluto", lamentó el fotógrafo, que ejerce de colaborador con medios de comunicación de varios países, y observó que "para leer en los periódicos una información relacionada con África tiene que haber algún español, como es ahora mi caso".

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