copa del rey | informe técnico

Un vistoso 'de perdidos al río'

  • Un muy circunstancial once, diseñado en función del 3-0 de la ida y del partido del domingo, refleja que el toque y la movilidad es cosa de equipo.

  • La desnudez atrás era insostenible.

La pizarra del Sevilla.

La pizarra del Sevilla. / Dpto. de Infografía

Para los aficionados neutrales, también para muchos analistas gafipastas de esos que proliferan en los medios hoy día, el Sevilla de Sampaoli habrá crecido varios cuerpos en su consideración. Sometió en buena parte del partido al Real Madrid, no le permitió bajar la guardia jamás y fue apeado de la Copa con toda la dignidad del mundo. El entrenador argentino expresó su escasa fe en la remontada desde que compuso la lista de citados. Y la refrendó al dejar en el banquillo a Vitolo y Nasri. Y a raíz de ahí, ordenó un vistoso de perdidos al río que trajo una noticia positiva para la causa sevillista: el caudal ofensivo fluye por inercia. Pero el sacrificio por ese alarde ofensivo también era un riesgo mortal ante un rival de ese nivel.

Defensa

Sampaoli prefiere jugar con tres centrales aunque falte uno de los dos laterales largos que sólo tiene en la plantilla. Ayer faltaba, por decisión técnica, Mariano. Y de nuevo tiró de Sarabia para el carril, esta vez el diestro. No tuvo reparos -de perdidos al río...- el preparador argentino en darle la titularidad a Lenglet como central en el perfil siniestro. Y el francés se encargó de corroborar que en el fútbol todo es bien simple: si uno es competente, no hace falta más que unas sesiones para acoplarse. Se destapó el ex capitán del Nancy como un defensa con una aseadísima salida del balón. El toque y la visión no hace falta ensayarlos mucho. Y se hizo el dueño del costado izquierdo. Cuando tuvo que abrirse a la banda, habitualmente ante Lucas Vázquez, mostró que sabe reaccionar y usar su cuerpo.

El problema inicial del Sevilla afloró algo más arriba. Iborra se acopló como una pieza ofensiva que hizo daño al Real Madrid por sus sorpresivas irrupciones al área de Casilla, pero dejó a Kranevitter con demasiado terreno para cubrir atendiendo a su tibio ritmo. No es lo mismo anclar por delante de la defensa al sudamericano que a N'Zonzi: en su cruce ante Asensio en el 1-1 le faltó vigor físico. Y menos aún cuando Sampaoli, en el minuto 65, quemó todas sus naves al prescindir de Mercado, meter a Vitolo y dejar a Rami y Lenglet atrás... con los laterales, Sarabia y Escudero, muy adelantados. Esa desnudez absoluta era un riesgo que no podía conllevar nada bueno ante Marcelo, Asensio y, ya al final, Kovacic y Benzema.

Ataque

Juegue quien juegue, la combinación, el dinamismo y la llegada están asegurados. Es labor de equipo. Ayer apostó Sampaoli por otro novedoso plan ofensivo con mucha gente cerca del área madridista: Sarabia por la derecha, Escudero por la izquierda, Iborra sumándose desde atrás. Vietto, a su vez, perdía metros para ayudar a tejer combinaciones en zona de tres cuartos, mientras Ben Yedder y Correa miraban más al área.

Ahí, en los tres cuartos, hubo tanto tráfico de sevillistas ante un Real Madrid desordenado y con mucho espacio entre líneas que el peligro fluyó en forma de centros al corazón del área desde los costados. Jovetic fue una interesante pieza para el remate.

Virtudes

El espíritu ofensivo y el peligro parecen asegurados juegue quien juegue.

Talón de aquiles

Esa desprotección era suicida.

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