Tendrá que hacer los deberes en Génova para no complicarse su futuro europeo, pero si repite el orden y la disposición de ayer, el Sevilla no debe tener problemas. La llave para curar los males de este equipo puede estar en adelantar 15 ó 20 metros la línea de presión. Justo como ayer.
Defensa
Esta vez sí. A diferencia del pasado sábado ante el Barcelona, el Sevilla plantó la línea de cuatro defensas muy lejos de Palop. Casi a la altura del centro del campo. Lógicamente, el Partizan no tiene ni de lejos la aptitud de los azulgrana, y ayer no tuvo ni siquiera la actitud. Renunció a apretar a los zagueros locales, bien guarecidos atrás, a la espera de cazar a la contra alguna. El jovencísimo Ljacic se ubicó de enganche y Lamine Diarra, hombre más adelantado, recibió pocos apoyos.
Duscher sí fue ayer el pivote dinámico y agresivo que necesita el Sevilla para compensar el hecho de jugar con dos extremos como Jesús Navas y Capel. El argentino se plantó en el medio y empezó a dirigir la presión al rival antes de que éste cruzara la mitad del campo. Maresca y Renato estuvieron despiertos y disciplinados para ayudarle. Y la defensa apenas sufrió.
Ataque
Apretar con orden y eficacia en campo rival trae réditos en defensa y por supuesto, en ataque: la pelota se recuperaba en posiciones mucho más adelantadas que en otros partidos en los que el Sevilla jugó con más distancia entre líneas.
Maresca, Renato y también Duscher, que se desdobló en ataque, tejieron juego hacia los extremos. Diego Capel evidenció que debe coger ritmo y recuperar su toque de balón. Lo hará en cuanto vaya jugando minutos. Y Jesús Navas es Jesús Navas. Un seguro. Percute una y otra vez hasta que origina el fuego: esta vez, un penalti que allanó las cosas. El latigazo de Renato en el primer minuto de la segunda parte (2-0) liberó de la mínima presión al equipo blanco, que siguió con la pelota, abriendo mucho el juego ante un rival entregado.
Virtudes
Si es capaz de presionar con asiduidad tan arriba como ayer, jugará mejor en ataque.
Talón de aquiles
Necesita demasiado a Navas.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios