IX Trofeo Antonio Puerta | la crónica

Nolito brinda su homenaje (2-1)

  • El Sevilla supera a la Roma con dos detalles de calidad del atacante sanluqueño, ayudado en el primer gol por Escudero

  • Firmeza atrás pese a algunos desajustes en los contragolpes

La calidad como mejor homenaje a Antonio Puerta. Desde esa banda izquierda en la que levantó en su día al sevillismo e hizo concebir tantísimas esperanzas y obró la inolvidable proeza que encendió la llama del mejor Sevilla, Nolito se unió al homenaje anual al héroe nervionense con su persistencia y, sobre todo, con dos detalles de verdadero lujo que dejaron el precioso trofeo en casa. El debut en el Ramón Sánchez-Pizjuán del delantero sanluqueño, que salió a la media hora por el lesionado Correa, fue más que prometedor. Con un gesto técnico de indudable destreza, habilitó a Escudero para que hiciera el 1-0. El vallisoletano también puso mucho de su parte con un remate rápido y sorprendente más propio de un delantero. Y con otro gesto muy característico de Nolito, un disparo a la cepa tras perfilarse desde la izquierda hacia dentro, rubricó un triunfo que no aguó Dzeko con otro golazo final.

El Sevilla mejoró con los cambios y el paso de los minutos. Siempre mandón en la gran prueba antes de esa eliminatoria clave con el Basakhesir, no terminó de concretar su mejor juego ante una Roma fuerte... hasta que Nolito rompió el partido. El choque tuvo intensidad pese a ser un amistoso en una característica noche de calor estival. Sin terminar de amarrar el equipo de Berizzo a una Roma que hizo daño en las contras, la defensa se mantuvo firme y concentrada. Lenglet destacó en este sentido por su capacidad de reacción para apagar más de un fuego.

Sobre todo en el tramo final de la primera parte, la Roma puso en evidencia algunas lagunas del sistema defensivo. La presión adelantada y también las pérdidas en campo contrario o propio ocasionaron rápidos contraataques, en los que Perotti fue muy protagonista, debido al espacio ocasionado entre Banega, Krohn-Dehli y las alas y N’Zonzi, demasiado anclado quizá, y los centrales. Posteriormente, Berizzo corrigió ese defecto introduciendo a un hombre más posicional como Guido Pizarro. Sergio Rico demostró que está en perfecto estado de revista con varias intervenciones de mérito en esa fase descrita:una falta colocada de Kolarov, otro disparo duro de éste que blocó pese al bote delante, y alguna salida por arriba. Más apretó la Roma al inicio de la segunda mitad, creando nuevamente problemas en las segundas jugadas tras los saques de esquina, ya con David Soria en la portería.

El Sevilla mostró sus mejores bazas en la fase atacante. Desde el inicio percutió por la izquierda con Correa en el campo –se lastimó y fue sustituido a la media hora, como después Mercado–, y más ya con Nolito. La banda izquierda presenta más variables, con juego interior gracias a la inteligencia de Escudero y la calidad de Correa y Nolito, cada uno a su estilo. Ese desequilibrio se minimizó con el ingreso de Corchia. Empujó con calidad y dejó algún centro muy bueno, como uno en el que Krohn-Dehli propició un paradón de Alisson con un cabezazo picado.

Por en medio, las mejores llegadas fueron ocasionadas por la clarividencia de Banega y la capacidad de Krohn-Dehli para ver los espacios a la primera, con agilidad de mente. Así se saltaron las líneas romanistas más de una vez, aunque el Sevilla siguió careciendo de remate certero, más allá de un par de disparos duros de Montoya. El argentino dejaría su sitio a Jesús Navas, que recibió una gran ovación y poco más. Aún le falta al palaciego. Yel partido se abrió para que Nolito fuese teniendo más espacio para desarrollar su instinto futbolero. Asistencia y gol como el mejor homenaje a Puerta.

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