Sevilla FC

Sarabia reclama galones como extremo derecho

  • Titular en Cartagena, repitió ante el Leganés y encarnó el espíritu del triunfo, con clase y coraje

Pablo Sarabia.

Pablo Sarabia. / josé ángel garcía

Antes de marcar su soberbio golazo al Leganés, una acción en la que unió rabia y calidad, Pablo Sarabia fue aclamado por la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán. El madrileño fue aclamado en premio al gran partido que estaba cuajando, por calidad y por pundonor. Eduardo Berizzo por fin atendió a la evidencia de que su juego en estos momentos es muy superior al de Jesús Navas y le dio la titularidad de nuevo, como en Cartagena. Hasta ahora, el palaciego gozaba de ese privilegio de ser el titular más o menos fijo en la banda derecha. Pero la confirmación de Sarabia ante el Leganés abre otro panorama.

El mediapunta madrileño encarnó el espíritu del triunfo. Lo encarnó ejecutando el plan ideado por Berizzo, al aparecer por el medio más de una vez hasta que Pizarro lo encontró en la meritoria acción del 1-0. Lo encarnó en la reacción de coraje para volver a poner a su equipo por delante tras el empate del Leganés: prácticamente le quitó el balón a Nolito cuando éste se lo robó a Gabriel para hacer el golazo del 2-1, un compendio de clase y coraje. Y lo encarnó por último en el dechado de pundonor y honradez como lateral, cuando fue ubicado ahí por el entrenador desde la lesión de Corchia, a quien tuvo que relevar el desafortunado Jesús Navas.

Acusado de tozudez táctica, el técnico cedió al ubicar en paralelo a N'Zonzi y Pizarro

Hasta ahora, el palaciego suma muchos más minutos que el madrileño. Éste ha jugado ocho partidos de Liga, sí, por nueve de aquel, pero la diferencia de minutos es importante. Jesús Navas acumula 721 en Liga, por 477 de Sarabia, y 951 en total, por 713 de éste. Como el curso pasado, Sarabia quizá no empiece contando con un puesto fijo de titular, pero su calidad y su empuje lo acaban subiendo al equipo, en el que además apenas ha jugado hasta ahora como extremo derecho, que es su posición natural y en la que hace más daño, por su juego interior y su proyección ofensiva a pierna cambiada, con un gran disparo.

El curso pasado terminó siendo de los que más partidos jugó. Concretamente fue el segundo jugador de campo, tras N'Zonzi, con 47 partidos, si bien fue el noveno en minutos (2.809) por esa manía de los técnicos de no considerarlo titular. En ese espacio de tiempo aportó 11 goles y 13 asistencias...

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