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La devoción, el silencio y los tambores roncos destacan en una jornada en la que Priego de Córdoba recupera la representación de 'El Prendimiento'.
Este año la representación de 'El Prendimiento' ha sido esperada si cabe, tras su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Consejería de Cultura. Así, decenas de personas se han acercado hasta El Paseíllo para asistir a esta representación de teatro sacro con más de 300 años de historia. Desde la iglesia de San Franciso ha tenido lugar la salida de cada uno de los personajes que intervienen en la escenificación, acompañados por el Escuadrón de Soldados, Sayones y Banda de Cornetas y Tambores, Chaquetillas Colorás de la Hermandad de la Columna, encargada de su organización. Y tras la representación, la atención se centró en la plaza de San Juan de Dios, desde cuya iglesia, del mismo nombre, realizaron Nuestro Padre Jesús Preso, obra de Niceto Mateo en el año 1990, aunque se tuvo que volver por la lluvia. En un primer momento, los hermanos ataviados con túnica azul y cubrerrostro negro acompañaron a las imágenes en esta salida que es una de las más emotivas de la Semana Santa prieguense. En el apartado musical, la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Rescatado de La Solana (Ciudad Real) acompañó al paso de misterio, mientras que María Santísima del Mayor Dolor, que iba a desfilar bajo el son de la Banda de Música Hermandad de la Soledad de La Algaba (Sevilla), no lo pudo hacer por las inclemencias del tiempo. / Laura Serrano
Un grupo de santeros, provistos de un inestimable compromiso y una extrema defensa de la tradición y el arte autóctonos, posibilitó ayer la salida procesional de la Virgen de la Amargura. En torno a las 11:00, el manijero renunciaba a cumplir con la responsabilidad adquirida hace unos meses por unas fuertes discrepancias surgidas con la junta de gobierno de la Cofradía del Valle. Los componentes de la esquina de la salud también desistían de ocupar su sitio y, ante la impotencia desesperada de la hermandad, Rafael Toro, vicemayordomo de la corporación del Miércoles Santo, y varios santeros más, acudieron solícitos y sostuvieron a la cuadrilla de la Titular mariana. A las 18:00, Nuestro Padre Jesús del Valle atravesaba la portada de la parroquia de la Sagrada Familia. Desde la nueva casa-hermandad anexa, iniciaba el itinerario la Virgen de la Amargura. La lluvia ha hecho acto de presencia, y ha afectado levemente al recorrido. / M. González
Después de toda una jornada desde que de madrugada los judíos han estado echando las cajas, se acerca el momento de la salida de la procesión de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Huerto y San Diego de la iglesia conventual de San Francisco. A lo largo de toda la jornada, coliblancos y colinegros han tocado juntos, pero ahora la cuadrilla de Sayones monta guardia en la Cruz de Jaspe, ya que esta procesión pertenece a los blancos y ni un solo judío de la cola negra puede acercarse al templo. Este año la salida de la procesión se ha adelantado a la seis de la tarde, para ver salir por el pórtico de la iglesia la imagen de Nuestro Padre Jesús del Huerto acompañado de sus hermanos de numerosos devotos. Con anterioridad a la imagen titular de la cofradía, abre la carrera la imagen de San Diego. Desfilan también este día, los evangelistas y trompeteros y la turba de judíos coliblancos, seguidos de la cuadrilla de Sayones y de la hermandad de Jesús de los Azotes acompañado por los sones de sus tambores roncos. También procesiona en este día la hermandad de Jesús de la Ventana y cierra el desfile la Virgen Dolorosa. Uno de los momentos más vistosos y esperados de este recorrido procesional tiene lugar en la Plaza de la Constitución donde ser representa el Prendimiento de Jesús. / Sara Núñez
El Miércoles Santo es el primero de los días grandes de la Semana Santa pontanesa. La presencia masiva de los hermanos de las diferentes Corporaciones Bíblicas en la explanada de la Iglesia del Hospital para acompañar la salida de los pasos constituye uno de los principales puntos de interés. Hay que destacar la salida del paso de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y de Nuestra Señora de la Victoria, sobre todo debido a las estrechas dimensiones del portón de la iglesia, lo que obliga a los costaleros a extremar la agilidad y la pericia. Por otra parte, la presencia del Humilde y la Amargura en las calles de la localidad constituye todo un acontecimiento, ya que en ambos casos se trata de dos imágenes que cuentan con muchísima devoción. Un año más será espectacular el encierro de la Amargura, que congregará a centenares de pontanenses quienes, de viva voz, acompañarán a coro la letra de la marcha Recuerdo. También el Miércoles Santo suele ser jornada de puertas abiertas para la gran mayoría de las corporaciones bíblicas. / J. M. Cabezas
Dos citas cofrades se sucedieron en un espléndido Miércoles santo en la localidad de Cabra. La primera de ellas desde la capilla de Capuchinos de las Reverendas Madres Escolapias. De nuevo se produjo la salida más complicada de cuantas tienen lugar en el panorama cofradiero local de Cabra, la del palio negro de la Virgen del Buen Fin, cuyos costaleros, cuerpo a tierra, consiguieron sacar por su minúsculo dintel de piedra. La segunda cita, por su parte, tuvo lugar en la parroquia de Santo Domingo, con la salida de la hermandad y cofradía de Nuestro Padre Jesús de las Necesidades. El conocido como Señor de las tres gracias que cada primer viernes de marzo protagoniza el mayor y más sentido besapié de la Cuaresma egabrense fue el último en salir a la calle en el ecuador de la Semana de Pasión egabrense.
Desde la parroquia de San Francisco ha salid la hermandad del Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima de la Concepción de Palma del Río. El titular cristífero estrena este año barnizado. Hasta la parroquia han acudido numerosas personas para disfrutar de este cortejo procesional del Jueves Santo palmeño.
El Miércoles Santo en Santaella marca el inicio de los días grandes de la Semana Santa. Así, han desfilado los dos pasos de la hermandad del Santísimo Cristo Amarrado a la Columna, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista. Los nazarenos se concentraron en la calle Alta para desfilar hasta la parroquia de la Asunción. Esta cofradía, que tiene la singularidad de que está integrada por dos familias (los Merinos y los del Moral), hizo su estación de penitencia por el Barrio de la Villa, para después llegar a la Plaza Mayor y enfilar la calle Alta hasta El Arenal, uno de los enclaves en los que más personas se concentran para ver los pasos. Tras bajar por la calle Corredera, el cortejo llegó de nuevo a la Plaza Mayor, para subir el Arco de la Villa y concluir su recorrido en torno a las 01:30 en la Catedral de la Campiña.
El Miércoles Santo sí ha podido lucirse con todo su esplendor en la noche pozoalbense, con la salida en primer lugar desde la iglesia de San Bartolomé de Nuestro Padre Jesús Rescatado Cristo de Medinaceli, único paso que sale con varales. Abriendo paso al Medinaceli fueron los soldados a caballo para anunciar su llegada y cerró la procesión la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Rescatado Cristo de Medinaceli. El paso por la carrera oficial ha estado precedido por el cante de las saetas de Rocío Segura en el Pozo Viejo y en el Ayuntamiento, antes de continuar con su largo recorrido por las calles de Pozoblanco hasta su entrada a las 02:00 de la madrugada en su templo. Desde la parroquia de Santa Catalina, a las 23:00 ha salido el Santísimo Cristo de la Caridad en su vía crucis, una estación de penitencia que se caracteriza porque los hermanos van rezando en voz alta el santo vía crucis, mientras portan faroles de viático.
La cofradía del Santísimo Cristo de las Penas inicia su estación de penitencia desde la parroquia de San Bartolomé. Su procesión es conocida popularmente como la del silencio, siendo la imagen que se procesiona la de Cristo Crucificado, que es venerado en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, una talla anónima de estilo manierista del siglo XVII. El recorrido que realiza esta cofradía es muy diferente al de las demás, gracias al reducido tamaño de las parihuelas donde está la imagen, y discurre por las calles más antiguas y angostas del más viejo casco urbano montoreño, donde se puede saborear la auténtica idiosincrasia de las calles y casas del municipio. Su acompañamiento musical no es otro que el ronco sonido de un bombo con una lenta cadencia de golpes y los cantos de la capilla de música de la propia cofradía.
Las dos largas hileras de faroles de color rojo volvieron a rasgar la noche montillana acompañando al Cristo del Amor, la única cofradía que procesiona en el Miércoles Santo en la localidad. Cientos de penitentes con túnicas negras de luto rigoroso acompañan a esta talla en silencio en un recorrido que cambia cada año y que parte de la iglesia de María Auxiliadora, anexa al colegio salesiano. El desfile se prolonga hasta bien entrada la madrugada.
El Miércoles Santo se viste de morado y capirucho negro en Castro del Río para acompañar al Santísimo Cristo de la Buena Muerte (obra de 1700) por las calles que conducen hasta el cementerio municipal, parada obligada para el rezo por los que nos dejaron. El Silencio es esta procesión, que al anuncio de los tambores resonando por la cuesta del Santo Cristo de la Victoria van abriendo paso al balanceo hiriente de los costaleros.
Desde la casa de hermandad, la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores tiñó de morado las calles de Villanueva de Córdoba en un cortejo procesional que recreó el Santo Encuentro pasada la madrugada. Los pasos estuvieron acompañados por la Banda de Romanos Virgen de Luna jarota, en el caso del Señor, mientras que la Banda de Música de Villanueva de Córdoba acompañó a la Virgen durante la procesión.
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