Semana Santa

Colas en Capuchinos que marcan el Viernes de Dolores de Córdoba

Un hermano de los Dolores toma la temperatura a una devota antes de entrar al templo.

Un hermano de los Dolores toma la temperatura a una devota antes de entrar al templo. / Juan Ayala

El covid-19 no ha podido este año con el Viernes de Dolores ni con la fiel cita del pueblo de Córdoba de visitar a la Virgen de los Dolores en la iglesia de San Jacinto. Pese a las limitaciones y las medidas de restricción, numerosos fieles y devotos han acudido a su cita con la Señora de Córdoba. Volvieron las colas de antaño, aunque con más distanciamiento social, con sus respectivas mascarillas y con la pertinente toma de temperatura a las puertas del templo, que tenía también un aforo más limitado. 

A pesar de la pandemia del coronavirus, que ya truncó este gran día en 2020, centenares de cordobeses acudieron a su cita con la Señora de Córdoba. Desde bien temprano se abrieron las puertas de San Jacinto, que ha cumplido en todo momento con los pertinentes protocolos sanitarios. Con la plaza de Capuchinos vallada para limitar los accesos, la seguridad fue máxima para poder entrar a venerar a la titular de la corporación del Viernes Santo. 

Con la entrada a la blanca plaza por los jardines de Fray Ricardo de Córdoba, los fieles iban lentamente entrando al templo de San Jacinto, mientras que salían en dirección a la Cuesta del Bailío. Todo en orden. Eso sí, muchos daban la vuelta porque también han parado para venerar a la Virgen de la Paz en la iglesia del Santo Ángel. La titular de la cofradía del Miércoles Santo ha descendido de su capilla para estar más cerca de sus devotos. Incluso han podido visitar a la hermandad de la Sangre, al tener expuesto en también veneración al Señor de la Sangre.

Pese a las limitaciones y medidas de seguridad, Córdoba ha vuelto a disfrutar del Viernes de Dolores. El empedrado de la plaza de Capuchinos ha vuelto a recibir a numerosos devotos de la Señora de Córdoba, que ha festejado su gran día con el estreno de su peana restaurada y que fue bendecida por el obispo, Demetrio Fernández, antes de la fiesta de regla de la corporación del Viernes Santo.

Una devota fotografía a la Virgen de los Dolores. Una devota fotografía a la Virgen de los Dolores.

Una devota fotografía a la Virgen de los Dolores. / Juan Ayala

A pesar de la mascarilla, el distanciamiento social, la toma de temperatura y el control del aforo en los respectivos templos, este Viernes de Dolores y de Pasión, que ha sido atípico, es el inicio del camino a la normalidad. Paso a paso llegará ese día en el que se volverá a disfrutar de las procesiones en las calles cordobesas. Los primeros pasos ya se han iniciado y se han comprobado con el regreso de las colas a la plaza de Capuchinos, lo que indica también el inicio de la Semana Santa de Córdoba.

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