Centro de Atención al Costalero

Cuidados tras las jornadas de Pasión

  • La clínica de fisioterapia Gema León atiende a los costaleros

Trabajadores de la clínica de Gema León atienden a un costalero

Trabajadores de la clínica de Gema León atienden a un costalero / Juan Ayala

El costalero se enfrenta a posibles lesiones y también heridas que deja el peso de cargar los pasos de Semana Santa en su cuello y su espalda al prestarse a ser las piernas necesarias para que se realice el en mágico encuentro entre las divinas imágenes y las calles que las acogen.

Y aunque todos asumen esta consecuencia como una más de las que están dispuestos a aceptar por sacar a los titulares de sus hermandades a la calle, el Centro de Atención al Costalero ofrece la ayuda a aliviar los dolores y posibles lesiones que se derivan de la actividad que experimentan bajo las trabajaderas.

Este año, la clínica de fisioterapia Gema León es de nuevo la encargada de realizar este servicio que tanto beneficia la salud de los costaleros. Desde la clínica explican que están “recibiendo una gran cantidad de llamadas para coger cita de atención al costalero, sobre todo para el jueves y el viernes”, con un servicio de 08:00 a 21:00 –ampliado con respecto al servicio del año anterior.

En las sesiones se ofrece un tratamiento manual que ayude a curar las lesiones, aunque también ofrecen “una serie de consejos , ejercicios y estiramientos” que mejoran, e incluso previenen futuros daños.

Las dolencias más frecuentes son las relacionadas con “la columna cervical, seguidas por las de miembro inferior”, incluyendo dolores “en la zona dorsal y lumbar, aunque tienen menos prevalencia”, detallan.

No obstante, también hay casos de resentimiento en los cuádriceps y gemelos, además de “la presencia de patologías en la zona del hombro y del brazo”, que aunque son menor en número de casos “han sido de gran intensidad”, subrayan.

Las dolencias más frecuentes son las relacionadas con la columna cervical y patologías en la zona del hombro y del brazo

Desde la clínica también aluden a los principales problemas que generan la mayoría de lesiones, entre ellos el peso del propio paso y la mala colocación debajo del mismo, a lo que suman “un mal apoyo de las piernas al realizar la procesión y un uso de un calzado inadecuado”.

También señalan otro factor importante, como es la marcha sobre terreno inestable, pero apuntan principalmente a la preparación física previa del costalero, que es uno de los aspectos “más importantes para prevenir la mayoría de las lesiones”.

“Si partimos de un estado físico alterado e inestable, la probabilidad de terminar la temporada lesionado es muy alta”, advierten. Para combatir las lesiones, los fisioterapeutas realizan técnicas osteopáticas, terapia manual, electroterapia, reeducación postural y estiramientos, entre otros.

Aún así, insisten en la importancia de la prevención, ya que estas lesiones son evitables “con una buena preparación física previa, estiramientos durante y después de los ensayos y la salida procesional, el uso de ropa y calzado adecuado, una correcta colocación de la faja y, por supuesto, un costal con unas medidas específicas adaptadas a cada persona”.

Desde este centro indican que “el costal es un elemento indispensable” y advierten de que “si no está bien colocado, se pueden producir heridas por el roce, similares a quemaduras, que precisarán de curas por parte de enfermeras”.

Además, continúan, la mala postura “puede provocar dolor de lumbares por una mala distribución del peso, siendo necesario que la espalda permanezca recta con los brazos apoyados en la trabajadera delantera”.

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