Una investigación liderada por un grupo cooperativo español especializado en cáncer de mama (bautizado como Solti y presidido por Josep Baselga), acaba de abrir camino a otro importante avance terapéutico contra ese tumor, y más en concreto contra un tipo específico conocido como ErbB2/HER2 positivo, que afecta al 20% de pacientes y es uno de los más agresivos y de peor pronóstico. El estudio analizó la eficacia como terapia neoadyuvante o previa a la cirugía de una combinación de dos fármacos biológicos, y sus resultados fueron muy esperanzadores: el tumor desapareció en un 51% de casos y se necesitó menos quimioterapia, con la consiguiente reducción de efectos tóxicos.

Serena di Cosimo, oncóloga del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y coordinadora de Solti para este estudio Neo-Altto, se confesó gratamente sorprendida por esos datos, que elevan al 51,3% la tasa de "respuesta patológica completa", muy por encima del 25-30% de ambos fármacos por separado. La hipótesis de partida, apoyada en ensayos positivos de laboratorio, fue que esa combinación de trastuzumab y lapatinib -con distintos mecanismos de acción contra el tumor mamario- podría tener un efecto sinérgico para bloquear la actividad del receptor HER2 positivo. Y así se ha demostrado en la investigación con 455 pacientes en 130 centros de 26 países, en la que ha colaborado el Breast Internacional Group (BIG), también especializado en cáncer de mama. Di Cosimo no dudó en considerar el estudio como "pionero para cambiar en el futuro el manejo de estas pacientes". Primero, por la disminución de toxicidad con esa terapia biológica combinada, que logra similares resultados con la mitad (12 semanas) de la quimioterapia habitual; de hecho, el efecto secundario más frecuente (20%) fue la diarrea, "cuyo manejo no preocupa a los especialistas porque sabemos cómo tratarla". Y segundo, porque la investigación incluye la recogida y análisis de tejido tumoral antes, durante y después del tratamiento, lo que permitirá evaluar los marcadores biológicos que se expresan. Este segundo aspecto puede ser clave, porque esos tejidos tumorales y los biomarcadores abrirán a su vez la posibilidad de predecir la respuesta -o la falta de ella- al tratamiento, lo que permitirá variarlo y personalizarlo cada vez más. Hernán Cortés-Funes, presidente de honor de Solti, insistió en esa individualización y en la importancia de la terapia neoadyuvante antes de operar. Los avances en ese ámbito han sido fundamentales, junto a otros paralelos en diagnóstico precoz y tratamiento adyuvante después de la cirugía, en la reducción del 25% en la mortalidad por cáncer de mama en las últimas dos décadas. En España se diagnostican cada año 16.000 nuevos casos.