Más de cinco millones de niños de entre cero y 14 años mueren anualmente en el mundo por enfermedades relacionadas con el entorno donde viven, estudian y juegan. La contaminación del aire, del agua y del suelo se asocian a patologías alérgicas, respiratorias, neoplásicas, neurocognitivas, de conducta, endocrinológicas y cardiovasculares. La obesidad también se considera una enfermedad medioambiental. Por ello, la Asociación Española de Pediatría ha creado un Comité de Salud Medioambiental con el objetivo de "mejorar la salud de los niños, protegiendo el planeta".

Su objetio será facilitar conocimiento y herramientas para crear ambientes saludables para la población infantil y juvenil.

Así, han identificado para los niños de España varios retos para hacer frente al deterioro del planeta y mejorar la salud, entre los que se encuentran la contaminación del aire y del suelo, el calentamiento global, las drogas o la desertificación.

Se estima que los niños españoles permanecen 20 horas diarias en espacios cerrados. Los pediatras apuestan por conectar a los niños y jóvenes con la naturaleza para alejarles de hábitos poco saludables como el sedentarismo y reducir el consumo de alcohol o drogas en la adolescencia.