Una enfermedad crónica, de larga duración y no curable salvo raras excepciones, supone para la persona enferma un cambio permanente en su estilo de vida. El seguimiento de las prescripciones terapéuticas (régimen farmacológico estricto, alimentación adecuada y ejercicio físico diario) es fundamental para mantener una buena calidad de vida de quien padece una enfermedad crónica.
El estudio, que ha publicado recientemente el Boletín de Psicología , se realizó en 100 pacientes crónicos con edades entre los 21 y los 67 años, y "analiza en qué medida el apoyo social influye sobre la adherencia a las prescripciones médicas y la relación existente entre el seguimiento terapéutico, el bienestar y la salud de estos enfermos", explica María José Martos, primera autora del artículo e investigadora en la Universidad de Almería.
Así, más de la mitad de los pacientes crónicos no sigue escrupulosamente sus tratamientos (un 55% manifiesta haberse saltado en alguna ocasión la toma de su medicación), y la mayoría encuentra dificultades para cumplir las recomendaciones dietéticas (83% de incumplimiento), así como el patrón de ejercicio físico (79% de no adherencia).
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