Semanas difíciles

Conviene asegurar recursos y no olvidar las tareas imprescindibles para evitar la tercera ola

LA falta de respuesta a la situación epidemiológica de las primeras semanas de octubre ha tenido como consecuencia un importante ascenso de la incidencia de casos de Covid–19, que ha tenido traducción en Andalucía en más pacientes en hospitalización general, más pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos y más fallecidos por coronavirus.

Las importantes restricciones a la movilidad impuestas en Andalucia (que para situaciones como las de Granada capital y area metropolitana debieran haber sido confinamiento domiciliario), son medidas duras que tendrán impacto en la disminución de nuevos casos, pero con menor rapidez de lo deseable.La presión asistencial en nuestros hospitales seguirá siendo intensa durante más tiempo e incluso, los datos de mortalidad, estarán en niveles altos golpeando con dureza la actualidad andaluza.

En este contexto, es evidente que seguiremos sufriendo semanas duras y difíciles en las que conviene no olvidar las tareas imprescindibles para evitar la tercera ola. No por ser reiteradas, dejan de ser medidas imprescindibles. A saber: en primer lugar conviene asegurar una dotación básica de profesionales para el rastreo. En este sentido, debería definirse un criterio común para toda Andalucía. Yo propongo uno por cada 5.000 habitantes, con un colectivo de reserva para refuerzo en caso de darse situaciones de perdida de control.

Estas labores de rastreo pueden incorporar a profesionales de los centros de salud y a farmacéuticos y veterinarios u otros profesionales sanitarios, que hagan posible detectar precozmente casos y generar respuestas adecuadas ante la aparición de brotes.

Por otra parte, hay que asegurar recursos para el aislamiento en los casos positivos y contactos de riesgo que no tengan las condiciones para un aislamiento domiciliario. Y junto a esto, un refuerzo real de profesionales sanitarios y de apoyo en los centros de salud para que puedan atender las necesidades de la población.

Desde luego que una de las medidas imprescindibles se refiere a definir una estrategia específica y actualizada para las residencias de mayores.

Asimismo, la detección precoz de casos en población trabajadora y personas mayores es una tarea fundamental que requiere la incorporación de tests de saliva y otros de utilización sistemática.Del mismo modo, será necesario preparar la infraestructura y las necesarias estrategia de vacunación para cuando esté disponible la vacuna (esperamos que ojalá sea pronto). Todo eso es también una tarea esencial.

Finalmente, es esencial la información y concienciación de la sociedad. En nuestro comportamiento también están acciones y hábitos que influyen en la evolución de la pandemia. Y debemos hacerlo como muestra del apoyo, la solidaridad y la compresión a los profesiones de la sanidad que están dando la cara y ayudando día a día a los pacientes. Ahora, además de aguantar estas semanas difíciles, toca poner los cimientos para una mejor gestión de la pandemia evitando los errores y las insuficiencias que hemos sufrido.

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