Pues eso ¿Se acerca el fin de los descuentos en la comida rápida? En EEUU cadenas de comida rápida como McDonald's y KFC ya están cambiando el paso y de los menús de 5 dólares han pasado a los platos combinados de 10 a 30 dólares. Porque es hora de compensar las pérdidas que ha generado la pandemia.

Se acabó eso de la hamburguesa, patatas y bebida tiradas de precio, la ristra de cupones descuento con los que a veces hasta te pagaban por comerte unos Nuggets. Toca reinventarse y en el sector de la comida rápida todo apunta a que será una reinvención rápida, como la comida, pero más cara, al menos para los clientes, y más 'sana'.

En EEUU los precios que las empresas han pagado por la carne y las aves de corral se han disparado más del 20% desde el comienzo del año. Alguien tiene que pagar ese gasto y parece que no van a ser los dueños de las cadenas...ni sus trabajadores.

En EE. UU los precios que las empresas han pagado por la carne y las aves de corral se han disparado más del 20% desde el comienzo del año

Hasta ahora, la táctica de las cadenas está funcionando, ayudando a aumentar las ventas en un 11,5% en mayo en comparación con el mismo mes de 2019, según datos de Black Box Intelligence. Y los márgenes de beneficio también han aumentado en varias cadenas importantes, ya que los elementos del menú de valor no son realmente generadores de ganancias. Únicamente están planteados para llamar la atención de los clientes.

A la iniciativa de McDonalds y KFC se han sumado ya la cadena Wendy's, sustituyendo las ventas de 0,99 dólares por mejores alimentos de la más alta calidad, Dominos Pizza, suspendiendo la promoción de pizzas a mitad de precio para pedidos online.

Imagen de McDonalds.

De EEUU a Europa

Y ya se sabe que (casi) todo lo que pasa en Estados Unidos acaba llegando tarde o temprano a Europa. Incluso en el interior de la capital de la Fast Food los establecimientos que están reabriendo ahora sus puertas están aplicando el 'follow de leader', argumentando que vender los sándwiches algo más caros podrá servir para mantener puestos de trabajo, algo que aumentará exponencialmente cuando los restaurantes familiares intenten mantenerse a flote ya sin el colchón de las ayudas del gobierno.

Wendy's o Dominos Pizza se suman a esta iniciativa que apunta a desembarcar en Europa

En principio este cambio de tendencia en la estrategia compartida que llevan a cabo las cadenas de comida rápida no tiene porqué afectarles, ya que los estudios demuestran que su éxito no se basa única y exclusivamente en el precio y que hasta un 39% de sus clientes tienen ingresos familiares de 100.000 dólares o más.

Eso sí, de momento lo único que han hecho es reducir la oferta en los menús baratos para ir invirtiendo poco a poco la dinámica y enganchando con promociones y efecto contagio a los productos más saludables...y caros. Asociarlos a rostros conocidos y populares para enganchar a la gente joven también forma parte de esta nueva era que debe acabar con los grandes descuentos en la comida rápida.