Salud y Bienestar

Diseñan marcadores que podrían diagnosticar mejor el alzhéimer

  • La investigación, aún en desarrollo, se basa en la detección a través de un PET de las placas beta-amiloides, que se acumulan en el cerebro de los afectados.

El diagnóstico certero de la enfermedad solo es posible post-mortem. Resultados de un nuevo trazador de imagen molecular, actualmente en Fase III de desarrollo, arrojan luz sobre esta enfermedad, y ofrecen por primera vez una herramienta diagnóstica que ayudaría a mejorar el manejo y el cuidado del paciente.

La prestigiosa publicación científica The Lancet of Neurology publica ahora nuevos resultados clínicos que arrojan luz sobre la posibilidad de un diagnóstico precoz de la enfermedad, que permitiría el inicio temprano de un tratamiento y la posibilidad de planificar su vida y su futuro, a quienes lo padecen y a su entorno. El estudio, multicéntrico, en Fase II, ha sido realizado en 18 centros de Estados Unidos, Australia y Europa. Los hallazgos se basan en la detección de las placas beta-amiloides, que se acumulan en el cerebro de los pacientes con alzhéimer, a través de una exploración por PET (Positron Emission Tomography), y mediante el uso de un marcador específico desarrollado por Bayer HealthCare.

Los resultados muestran imágenes PET con una especificidad de más del 90% en la diferenciación del paciente con alzhéimer frente al paciente sano. Mas del 90% de los voluntarios sanos tuvieron un estudio con PET negativo (es decir, sin captación o retención del marcador en las regiones cerebrales relevantes), mientras que aproximadamente el 80% de los pacientes con sospecha clínica de enfermedad de alzhéimer tuvieron un estudio con PET positivo. Estos resultados están en línea con los de los estudios que comparan el diagnóstico clínico con el diagnóstico definitivo histopatológico post-mortem.

En palabras del doctor José Luis Molinuevo, de la Unidad de Alzheimer del Servicio Neurología del Hospital Clinic i Universitari de Barcelona, "este nuevo trazador podría suponer un avance en la precocidad del diagnóstico. Este hecho aporta beneficios tanto para el paciente, a nivel medico, personal y social, y también desde el punto de vista médico de abordaje precoz de la enfermedad, ya que facilita el manejo clínico permitiendo adelantarnos a la aparición de los síntomas más incapacitantes. A su vez, si consideramos que en el futuro dispondremos de fármacos que modifiquen el curso evolutivo, es evidente que su utilización deberá aplicarse, si no es viable en la fase preclínica, al menos en la fase prodrómica de la enfermedad, años antes de la aparición de demencia". Además, en la actualidad se están desarrollando varios ensayos clínicos en Fase II y III sobre la Enfermedad de Alzheimer centrados en estrategias de tratamiento para lograr la reducción de la carga de placa beta-amiloide en el cerebro. Estos estudios ofrecen esperanza de desarrollo de tratamientos modificadores de la enfermedad basados en la histopatología que podrían retrasar la progresión de la enfermedad. Pero para que esto sea posible es necesario un correcto y temprano diagnóstico.

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