salud pública

Conciliar el desarrollo económico y el medio ambiente como prioridad

  • María Neira participa en el 11º aniversario de la Fundación Instituto Tomás Pascual Sanz

María Neira dirige el departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud.

María Neira dirige el departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud. / d. s.

"Nuestra sociedad está cambiando, y la salud de nuestra población dependerá en buena parte de nuestra capacidad para influenciar esos cambios, anticiparlos y planificar mejor la respuesta". Son palabras de María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud, que ha participado en el undécimo aniversario de la Fundación Instituto Tomás Pascual Sanz.

El acto sirvió para poner en alza la salud pública, la nutrición y los hábitos de vida saludables, valores alineados con la misión de Calidad Pascual. Allí, Neira explicó que "limitarse a tratar a los pacientes ya no es suficiente; resulta fundamental prevenir las enfermedades. La idea no es evitar la enfermedad, sino proteger la salud gracias a un mejor diseño de las ciudades, pensadas sobre todo para los ciudadanos. Y este tipo de acciones también son fundamentales para tener éxito en la lucha contra el cambio climático".

El sistema sanitario, los hábitos saludables, el medioambiente y la genética son los cuatro factores que influyen cada vez más directamente en la salud. En este sentido, Neira ha afirmado que "cuando consigamos reconciliar el desarrollo económico con la protección ambiental, estaremos cerca de ese deseado modelo de desarrollo sostenible, que muchos ambicionamos. Para la OMS, ese desarrollo es una garantía de mejoras en la salud pública". Tal y como ha señalado durante el acto Ricardo Martí Fluxá, presidente del ITPS, "la salud depende de una combinación de factores biológicos, ambientales, de estilo de vida y vinculados a la atención sanitaria.

Cada vez más, todos ellos están interrelacionados gracias a los avances tecnológicos y al tratamiento de millones de datos. La tecnología ha permitido el estudio a gran escala de muchos genes, proteínas y metabolitos que están alentando el diseño de estrategias personalizadas para la prevención y tratamiento de enfermedades metabólicas".

Para Neira, "el sector salud debe ofrecer argumentos sólidos, evidencia científica y estar disponible para influenciar inversiones y decisiones en sectores críticos de la sociedad". En su ponencia, la experta ha hablado de la necesidad de promover la salud poblacional, que también depende de factores urbanos, ambientales y energéticos, además de la alimentación y de la cohesión social.

De entrada, la doctora ha juzgado imprescindible aplicar una planificación urbana saludable, un aspecto en el que los alcaldes pueden actuar "como pequeños ministros de Salud" en sus respectivas ciudades. Sobre todo, respecto a dos cuestiones: los factores de riesgo ambiental y la contaminación del aire. "Los riesgos ambientales producen un 25% de las causas de muerte y morbilidad, mientras que el 90% de la población mundial respira aire contaminado. Ambos factores provocan casi 20 millones de muertes al año en todo el mundo que podrían prevenirse. Asimismo, el acceso a energías limpias tendría un efecto inmediato para los dos mil millones de personas que aún cocinan a fuego abierto en todo el mundo".

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