Entre lágrimas de felicidad absoluta, Joaquín, el veterano capitán del Betis, el ídolo del beticismo, explicaba con voz entrecortada por la emoción qué sentía incluso antes de levantar la Copa del Rey de manos de Felipe VI. El llanto de felicidad del mito era el de cientos de miles de béticos que esperaron, como él, 17 años para volver a disfrutar un título. Y a todos les mostró su gratitud: "Por todos los béticos, muchas gracias".

Ante los micrófonos de Telecinco, Joaquín se manifestaba a corazón abierto. El único jugador en la historia del Betis en ganar dos títulos, la Copa de 2007 y la de 2022, hablaba de lo que hay detrás del trofeo conseguido ante el Valencia. "No sólo es el trabajo de este año, sino de años atrás, de ir poquito a poco, consiguiendo objetivos, consiguiendo objetivos, mejorando el equipo. Estamos haciendo una gran temporada. Toda esta gente también se lo merece", dijo emocionado.

El portuense tuvo el detalle de acordarse de su ex equipo. "Enhorabuena al Valencia también, porque habría sido justo vencedor, los penaltis son una lotería". Pero... "Creo que nosotros también lo merecíamos y estamos en casa, estamos en Sevilla y gracias a Dios se la hemos podido ofrecer a todos los béticos".

Con los ojos enrojecidos por la emoción y las lágrimas de felicidad, Joaquín, leyenda viva del beticismo, hablaba de lo que había meditado antes de disfrutar de este momento histórico. "Esto es la emoción contenida durante todos estos días de ver a la gente, cómo te apoyaba, cómo te alentaba, te iban diciendo tantas cosas y uno lo iba interiorizando por la responsabilidad que tienen estos partidos, es una final y han salido esas lágrimas de emoción, de alegría. Es lo que queríamos todos, volver a ganar una Copa, la Copa del Rey, tan bonita como es. Y estoy muy feliz, muy feliz".

El camino de la felicidad no hizo sino empezar para Joaquín, que ni siquiera quiso contestar si era el momento de retirarse a sus 40 años. "Voy a disfrutar el momento, somos campeones de la Copa del Rey y esto se lo dedicamos a toda la gente que está a nuestro lado, cuerpo técnico, masajistas, utilleros, nuestras cuidadoras de lavandería, nuestros cocineros, nuestros camareros, toda esa gente cuyo trabajo no se ve pero tienen el mismo mérito que nosotros".

Y por último, la dedicatoria. A su mujer, a su familia... y a los béticos: "Te quiero, mi vida, por mis hijas, por mis padres, por mis hermanos, por mi mujer, por todos los béticos, muchas gracias".