RAFAEL PALMERO FUE DISPARADO POR JUAN JOSÉ GARFIA

El hijo no tuvo la suerte del padre

8 de marzo de 1991 y 9 de junio de 2004. Son las dos fechas que tiene grabada a fuego el subteniente Rafael Palmero Jiménez. En la primera, él rozó la muerte. En la segunda, no dio segundas oportunidades a la misma familia y se llevó a su hijo por delante.

Por funestos azares de la vida, en ambos casos el verdugo era un asesino, catalogado como enemigo público, cuyos crímenes concitaban interés mediático. El brigada Palmero había conocido múltiples destinos en su carrera dentro de la Guardia Civil, por Andalucía, Conil, Cádiz, Paterna de Rivera y también diez años el País Vasco. En ninguno de ellos tuvo el menor contratiempo. En 1991, estando destinado en Granada, apareció por la zona Juan José Garfia, asesino de dos policías, dos guardias civiles y un paisano. Cuando lo detuvieron se escapó del furgón policial y se cruzó en la vida de Rafael Palmero a los quince días de su fuga. Cruzaron sus vidas en una urbanización de Salobreña. “Iba acompañado por otro y sólo me dio tiempo a darles el saludo. De repente, Garfia sacó una pistola y me la puso en la sien. Me ordenó que tirara para adelante. Cuando me separé de él unos metros, apretó el gatillo. Se encasquilló. El segundo me entró por la barbilla, me atravesó la clavícula derecha, un pulmón, y me salió por la espalda”. Tenía 48 años y cinco hijos en el mundo. Rafael pasó una semana en coma. Ya al quinto día, los médicos le dijeron a su mujer que se preparara para lo peor. Milagrosamente, despertó al séptimo día. Su hijo no pudo despertar, no corrió la misma suerte. Era imposible con 22 balazos cruzándole todo el cuerpo.

El apellido Palmero no es lo único que tienen en común la crónica sangrienta de Juan José Garfia y la de Jaime Giménez Arbe. En 2003, se estrenó Horas de luz, una película dirigida por Manuel Matji que reconstruye la historia del asesino entre rejas y el encuentro con la mujer que cambió su vida. “Cómo si fuera un héroe”, opina Rafael. Después de que se conociera la identidad de El Solitario se grabó un telefilme que ha emitido Antena 3. Rafael se queja de nuevo: “es indignante que haya gente lucrándose con la muerte de mi hijo”.

María Benítez no quiere más protagonismo que el que tuvo en la Audiencia de Navarra. A su pesar, podría hacerse llamar héroe: ha entregado a España medio marido y un hijo. Y ella sola se enfrentó a El Solitario.

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