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El verano de siempre en los campamentos del Muriano

  • Los campamentos del Albergue del Muriano acogen cada año a unos 2.000 niños y jóvenes donde aprenden a convivir en un ambiente donde todo el mundo tiene cabida

Uno de los grupos de menores participantes de este año posa junto a la piscina.

Uno de los grupos de menores participantes de este año posa junto a la piscina. / El Día

Hablar del verano en Córdoba es hacerlo de los campamentos del Albergue de Cerro Muriano, un oasis en mitad de la sierra en el que los niños y jóvenes cordobeses encuentran una alternativa de ocio y diversión en mitad de la naturaleza y los padres un respiro al período vacacional de sus hijos y una solución cuando no hay vacaciones.

Desde el 24 de junio hasta el 6 de septiembre, ambos incluidos, unos 2.000 niños y niñas distribuidos en diez turnos encuentran, gracias a la Campaña de Ocio y Tiempo Libre de la Diputación, una completa oferta de ocio, naturaleza y diversión que hace que cada año no decaiga el número de solicitudes. Así, este año la institución recibió un total de 3.889 –cifra similar a la del año anterior– realizando la adjudicación de las plazas mediante un sorteo público.

En total, explica la responsable de Juventud en la institución provincial, Ana Blasco, “son 2.000 niños los que pasan por el Muriano, de los cuales 1.500 proceden de municipios y 500 de la capital. Además, se reserva un 10% de las plazas para niños y jóvenes de prioridad social –teniendo preferencia los acogidos en centros oficiales o concertados– y una reserva de un 2% en cada turno para aquellos que tengan discapacidad igual o superior al 33%”.

Un 10% de las plazas son de prioridad social y un 2% para niños con alguna discapacidad

Los objetivos fundamentales del programa son claros, subraya la diputada provincial, y pasan por “contribuir a su desarrollo integral, les aporta autonomía, favorece el intercambio juvenil entre chicos de diferentes localidades y les ayuda a ser más independientes”.

En esta misma línea se manifiesta Manuel Gómez Izquierdo (Mago), coordinador de los monitores del campamento, cuando insiste en que “el objetivo es que disfruten jugando y respetando a los demás compañeros. Intentamos transmitirles la magia de este lugar y, para ello, recurrimos a múltiples actividades, todas ellas enfocadas a que durante el paso de los días se relacionen entre ellos y se conozcan gracias a diferentes formas de agrupación en los juegos”.

Un monitor enseña a los niños uno de los juegos. Un monitor enseña a los niños uno de los juegos.

Un monitor enseña a los niños uno de los juegos. / El Día

Los 200 jóvenes que acuden a cada turno, explica Mago, “aprenden a jugar, reírse, perder la vergüenza, desinhibirse, interaccionar con un gran grupo de personas y forjar buenas amistades. Aquí dejan de ser esos niños que en sus localidades están pegados al teléfono y al ordenador, que tienen problemas personales o familiares, para disfrutar con sus amigos”.

Gómez valora la interacción de todos los chicos y chicas con aquellos que presentan alguna discapacidad o que proceden de centros de acogida. “La relación es muy buena, no les decimos de dónde proceden para que nadie se cree de antemano ningún prejuicio. Tanto niños como niñas muestran sobre los acampados con algún tipo de discapacidad una atención especial para ayudarles en su integración”, explica.

Uno de los factores que contribuye a su integración es contar con personal dedicado a su integración. En este sentido, Gloria León, responsable de la Campaña de Ocio y Tiempo Libre, subraya que “como mínimo contamos con un monitor dedicado de forma exclusiva a los acampados con discapacidad. En total hay 13 monitores, cada uno encargado de un grupo de 16 acampados, y dos monitores de prácticas”.

Hay 13 monitores que se encargan, cada uno, de un grupo de 16 acampados

La plantilla del campamento la forman 21 personas entre el jefe de campamento, coordinador, enfermero, tres encargados de diseñar y planificar las actividades que se realizan y los monitores. León recalca que la Diputación “ofrece dos plazas de monitores por cada turno para jóvenes mayores de 18 años –nacidos o empadronados en la provincia de Córdoba– que hayan realizado algún curso de monitor de campamento y necesiten realizar un número determinado de horas de prácticas para obtener el certificado de su título”.

Las familias cordobesas encuentran en los campamentos de Cerro Muriano una alternativa divertida, y llevada a cabo por personal cualificado, para ocupar parte del verano de sus hijos. Es, además, una opción económica pues, como recuerda la diputada provincial, “se han mantenido las modalidades de seis y nueve días a 75 y 115 euros, ofreciendo bonificaciones del 30% para familias en situación económica desfavorable”.

Un grupo de jóvenes, durante una actividad. Un grupo de jóvenes, durante una actividad.

Un grupo de jóvenes, durante una actividad. / El Día

En definitiva, los campamentos de Cerro Muriano ofrecen a los niños y a los jóvenes una oferta atractiva que les aleja por unos días del uso de las nuevas tecnologías y los móviles y promueve la interacción entre ellos y el compañerismo. Según la diputada provincial, “es muy satisfactorio ver cómo las familias de los participantes valoran el paso de sus hijos por los campamentos y quedan muy contentos por la experiencia vivida por ellos, por las relaciones que establecen con otros compañeros y por la autonomía que adquieren”.

“Como les decimos a nuestros acampados, ya podéis contarlo, recordad que la verdadera magia del Muriano reside en vosotros y si queréis encontrarnos, coged la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer”, con estas palabra resume el coordinador de los monitores, Manuel Gómez, el verano en el Muriano.

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