La plaza de abastos de Lucena cambió ayer su habitual oferta de fruta, pescado o carne por la de la degustación de un roscón gigante de más de 150 metros. Numerosos vecinos se acercaron hasta el lugar para disfrutar de este tradicional dulce navideño, de 800 kilos, y así colaborar con una causa solidaria que, en su sexta convocatoria, estaba destinada a la Asociación de Minusválidos Frasquito Espada (Amfe). El presidente de este colectivo, Eduardo Chacón, manifestó, entre bocado y bocado, que "estamos muy satisfechos porque, a pesar del mal tiempo, la gente ha respondido y se ve que son muy solidarios". Asimismo, explicó que "lo mucho o poco que consigamos con esta causa lo destinaremos a los numerosos talleres de logopedia y psicología que durante este año 2008 vamos a poner en marcha desde nuestra asociación".

La fila kilométrica de gente que quería probar el roscón llegaba incluso hasta la plaza del Coso, mientras Agustín Graciano, responsable de la Panadería Virgen de Araceli -que durante los seis años de vigencia de la tradición ha elaborado el pastel- recordó que "hemos trabajado en su confección desde las dos de la madrugada hasta las dos de la tarde", 12 horas de esfuerzo que, según Graciano, "han merecido la pena por la respuesta de la gente". Además, los más pequeños también disfrutaron enormemente con un espectáculo que durante toda la tarde animó el lugar con canciones y bailes. No faltó a la cita parte de la Corporación municipal con el regidor, José Luis Bergillos, a la cabeza.

En total, se utilizaron para la elaboración de este producto 150 kilos de harina, 35 kilos de azúcar, 30 kilos de mantequilla, 60 docenas de huevos, diez litros de agua de azahar, diez litros de naranja, 40 kilos de fruta confitada, 60 kilos de nata, 30 litros de crema de leche, 30 litros de crema de chocolate y 20 litros de trufa. Además, se distribuyeron entre todos los asistentes 500 batidos, 3.000 cafés y 4.000 delicias de bombón y galleta, aportados por diversas empresas locales.