Campiña Este

Baena anticipa la festividad de San José con tambores y candelas

  • Miles de personas salen a la calle a tocar el tambor en la víspera del Día del Padre, en un año muy especial por la declaración de las tamboradas como Patrimonio Mundial por la Unesco

Baena anticipa la festividad de San José con tambores y candelas

La víspera de San José se vive en Baena con pasión, enormes ganas y un exacerbado orgullo ante esta antiquísima tradición que hace que la localidad del Guadajoz sea cada vez más conocida en toda la geografía española por la celebración sin igual del día del padre.

Desde muchos días atrás, el ir y venir de banenses en busca de nuevos parches, las reuniones ante las prensas para apretar los tambores y las tertulias semanasanteras se convierten en cita indispensable. El deambular de personas cargadas con sus tambores de un lado a otro o el sonar disperso y solitario de un tambor al ser probado para ver cómo suena, anticipan la llegada de este día grande en Baena.

Y un año más no ha defraudado. Desde el mediodía, ya podían oírse las primeras cajas allá en la Almedina, en la zona más alta del municipio, en las más típicas calles del casco histórico, aquellas que unen como ninguna otra cosa al tamborilero con su sonoro instrumento y lo envuelve de un algo especial que lo invita a volver a ese lugar cada vez que se cuelga un tambor.

La calle Amador de los Ríos, la Muralla, la plaza Palacio o del Ángel, el Arco Oscuro o el Arco de Consolación, también el Llano del Rincón, son algunos de los lugares más habituales para que se concentren los tambores, cientos de ellos reunidos por familias o grupos de amigos, formando corros y golpeando con fuerza sus tambores.

Cada vez es más frecuente también ver a grupos de mujeres con sus cajas, algo que hace apenas unos años era casi impensable. De igual forma, han podido verse cofrades llegados de municipios tamborileros como Alcañiz, Hellín o Moratalla, ataviados con sus singulares vestimentas y tambores, acompañando a los baenenses en esta exquisita tradición.

Este año, además, Baena disfruta de este día con mayor orgullo y entusiasmo. Hace apenas unos meses, el característico y sin igual toque de sus tambores era nombrado por la Unesco Patrimonio Mundial, un sonar que en esta ciudad se alargará hasta bien entrada la mañana del Día de San José.

Otra de las imágenes típicas de esta fiesta y algo en lo que cada vez más barrios se afanan por que no se pierda son los candelorios. Esos que antaño se preparaban durante días para finalmente quemar en una hoguera todos aquellos objetos inservibles que había en las casas a modo de ritual que servía para alejar de ellas todo lo viejo de cara a una nueva temporada. Los tambores se situaban en torno a ellos, algo que hoy ya casi ha desaparecido.

Y así, con el fuego como escenario y el ruido de tambores como banda sonora en la víspera y los actos religiosos el mismo día 19 de marzo con la tradicional eucaristía y posterior procesión con la talla de San José, se recuerda un año más al carpintero más famoso y querido de la historia.

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