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El reto pendiente de la climatización

  • El plan de choque de la Consejería para aislar colegios del calor sólo incluye ocho centros, seis de ellos en la capital y dos en la provincia, una cantidad totalmente insuficiente

Un termómetro marca 50 grados en el colegio Teresa Comino, de Villafranca.

Un termómetro marca 50 grados en el colegio Teresa Comino, de Villafranca. / el día

Ocho colegios de la provincia de provincia -seis de la capital y otros dos de la provincia- se someterán durante este verano a distintas intervenciones dentro del plan de choque diseñado por la Consejería de Educación para paliar el efecto de las altas temperaturas dentro de las aulas. A esta situación no se llega gratuita ni casualmente, sino tras un mes de junio con unos registros de récord que llevaron a la Junta de Andalucía a permitir que, en los últimos días de curso, los niños se ausentaran de las clases con el beneplácito del cuerpo docente.

Los colegios beneficiados de esta medida son Alcalde Pedro Barbudo, Alcalde Jiménez Ruiz, Nuestra Señora de Linares, Tirso Molina, Andalucía y Maimónides, todos en la capital cordobesa, mientras que en la provincia las obras se llevarán a cabo en los centros San José, de Palenciana, y en el Teresa Comino, de Villafranca de Córdoba. Eso sí, como ya es habitual por parte de la Junta de Andalucía cuando presenta su presupuesto, la Administración autonómica no ha especificado ni cuándo terminarán las obras ni tampoco qué actuaciones se van a desarrollar. Tampoco se sabe el presupuesto que se va a destinar a la provincia de Córdoba, únicamente que esta primera fase de plan de choque está dotada de 2,5 millones de euros para el conjunto de toda la comunidad autónoma andaluza.

Sin desmerecer el esfuerzo del Ejecutivo andaluz para reaccionar con prontitud a las demandas de la comunidad educativa, lo cierto es que este primer plan de choque es del todo insuficiente para atender las demandas existentes en la provincia, como ya ha advertido la plataforma Niños y Niñas del Sur, que agrupa a 48 asociaciones de padres y madres de otros tantos colegios e institutos de Córdoba. El problema es de difícil solución, desde luego, si no se cuenta con un presupuesto holgado para intervenir en la totalidad de los colegios, como parece ser el caso. Lo que le queda a los diferentes centros, en este contexto, es el derecho al pataleo, recurrir a los medios de comunicación para denunciar su situación.

Pues a nadie se le escapa que algunos de los centros en los que la Junta de Andalucía intervendrá este verano son aquellos que han hecho más ruido. Como el Teresa Comino de Villafranca, en el que un grupo de padres llegó a acudir una sesión plenaria para exigirle al alcalde medidas concretas para crear sombras en el patio después de que una plaga de picudo rojo obligara a talar las palmeras que refrescaban el patio. Los padres llegaron a difundir una foto en plena ola de calor del pasado mes de junio en el que un termómetro alcanzaba los 50 grados centígrados a la hora en la que los pequeños jugaban en el patio.

El caso del colegio Nuestra Señora de Linares, en el barrio de Valdeolleros de Córdoba capital, también es paradigmático de aquello de que "quien no llora, no mama". La Junta reformó este centro en 2015 con una inversión de casi 1,5 millones de euros, aunque olvidó instalar máquinas de aire acondicionado, como los padres reclaman ahora. En los días de más calor de junio, los progenitores impulsaron una recogida de firmas que parece que ha tenido eco ahora con la inclusión del centro en el primer plan de choque de la Junta de Andalucía. Lo mismo ha ocurrido con el colegio de Villafranca. Así que, si la situación no cambia, a la vuelta del verano se prevén unas cuantas recogidas de firmas acompañadas de sus correspondientes protestas. Tantas, como colegios sin aires acondicionados y sin sombras quedan en la provincia.

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