Medio Ambiente

Los regantes alertan de que "si no llueve la situación puede ser catastrófica"

  • Fenacore asegura que ante la sequía las obras de regulación o embalses se presentan como "más necesarias que nunca"

Estado que presenta el embalse de San Rafael de Navallana.

Estado que presenta el embalse de San Rafael de Navallana. / Salas / Efe

La situación hídrica en España es "muy preocupante" y si no llueve con regularidad en los próximos meses puede ser "catastrófica", según apunta la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), que aglutina a más de 500.000 regantes de todas las cuencas y más de dos millones de hectáreas. 

El presidente de Fenacore y de la comunidad euromediterránea de regantes, Andrés del Campo, ha explicado que hoy en España la pluvimetría es inferior a la media de los últimos 25 años y la situación más "crítica" es la de la cuenca del Guadalquivir en Andalucía, que está al 26% del agua embalsada y sobre la que ya se ha decretado la situación de sequía. 

Aunque por ahora en el resto del país se riega "con normalidad", no está lloviendo lo suficiente, por lo que ante esta situación las obras de regulación o embalses se presentan como "más necesarias que nunca" frente a las "políticas erróneas", tanto de la Unión Europea como del Ministerio de Transición Ecológica, según Del Campo.

"Con el cambio climático, las lluvias serán de carácter torrencial y el periodo de sequía más amplio, por lo que ahora más que nunca, en contra de lo que marca el Gobierno y Europa, se van a necesitar esos embalses, los trasvases y la modernización de los regadíos", añade. 

Y todo ello para garantizar el abastecimiento de la población, que es "la prioridad", pero también para preservar la actividad agraria y ganadera, que está, dice, "seriamente amenazada" por el déficit hídrico y por la crisis energética que ha disparado los costes de producción. 

En pleno debate sobre los planes de cada cuenca hidrográfica, que se renuevan cada seis años, el Gobierno contempla, dice Del Campo, "exclusivamente infraestructuras relacionadas con el abastecimiento a la población" y deja de lado las hidráulicas cuando "solo se han ejecutado el 17% de las obras presupuestadas" en ciclos anteriores. 

Del Campo defiende que el "verdadero ecologista es el agricultor", ya que "vive del medio natural" y es el primer interesado en la conservación, si bien las políticas actuales apuestan por un "ecologismo radical" que "condena a la actividad". 

Cambio de tarifas

Ante la crisis energética que vive el mundo, Del Campo aboga por "aprovechar los recursos naturales" con los que cuenta España, algo que potencian los regantes al usar la energía eólica o hidráulica tras hacer un "gran esfuerzo" en la modernización de los regadíos. 

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, Andrés del Campo. El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, Andrés del Campo.

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, Andrés del Campo. / Salas / Efe

Sin embargo, "no estaba previsto el cambio de las tarifas" que ha disparado los costes. "No pedimos que nos subvencionen la energía" sino que se pague por lo que realmente se utiliza. "Tenemos que pagar los doce meses del año reguemos o no", denuncia Del Campo, quien solicita que se abone una tarifa que vaya "en proporción a la energía que se gasta". 

Los regantes rechazan la "estigmatización" del sector y el presidente de Fenacore pone de ejemplo la situación del Mar Menor, donde la contaminación que más le afecta "es la política". 

"Es evidente que los regantes utilizan nitratos y que se pueden reducir, pero también las desaladoras vierten a los arroyos y van a parar al mar, además de las miles de casas y pozos negros en la zona", subraya. 

También lamenta que se utilice el agua y la planificación para "fines políticos" que van "contra el interés general", y recuerda que la legislación española es "clara" en cuanto a que el agua "es de dominio público y de todos los españoles", por lo que defiende los trasvases, que tienen una "solución técnica" que sería "favorable para todos los afectados". 

Por eso, dice que el futuro debe pasar por la modernización del millón de hectáreas de regadío pendientes y la apuesta por obras de regulación, ya que las desaladoras son una "solución parcial" y que dispara el coste de la energía. "Sería más barato regar con güisqui Chivas que con agua de la desaladora", bromea. 

Del Campo recuerda que los fondos europeos juegan un "papel importante" y que se deben aprovechar para "hacer las transformaciones que sean necesarias para modernizar los regadíos". "Reducir los embalses es absurdo y hay que hacer justo lo contrario", apunta y considera "lógico" que España sea el país europeo con más embalses debido a su clima y que ahora "viene a visitar el resto de países al comprobar que la sequía ya les está afectando". 

También advierte de que el aumento de la población mundial obligará, según la FAO, al incremento de la producción de alimentos en un 55% en 2050, pero "si no hay explotaciones agrarias ni ganaderas por las políticas que condenan la actividad no se como lo vamos a lograr".

Por ello, los regantes piden al Ministerio una planificación "equilibrada" entre el medio ambiente y las demandas y que se "evalúen las medidas también desde el punto de vista jurídico, económico y social", ya que los regantes han llegado "al límite" y ya se plantean movilizaciones ante una situación "injusta y desproporcionada".

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