El alcalde de Baena, Jesús Rojano (PSOE), informó ayer de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha autorizado los proyectos de aprovechamiento de aguas regeneradas para regadío presentados por las comunidades de regantes del Marbella y los Carrizales, las cuales agrupan unas 1.000 hectáreas, en su mayoría de olivar. Rojano recordó que el Pleno del Ayuntamiento aprobó a finales del año pasado una moción de apoyo y autorización para la utilización de los efluentes -curso de agua, también llamado distributario- de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) a una convocatoria por concurrencia competitiva de la CHG, que concedía 20 hectómetros de regadío para la cuenca del Guadalquivir.

En concreto, la asignación provisional de volúmenes publicada la semana pasada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHG otorga 523.739 metros cúbicos a los regantes del Marbella y 467.370 metros cúbicos a los regantes de los Carrizales.

El primer edil consideró que "debemos valorar positivamente el esfuerzo de estos agricultores en la tramitación para conseguir los regadíos", al tiempo que explicó que estas autorizaciones suponen una "gran noticia" por la "revalorización de los terrenos y un impulso para ser más competitivos", ya que "han tenido una perspectiva de futuro para poder garantizar en los ciclos de sequía de años venideros una producción razonable". Rojano avanzó que en las próximas semanas estudiarán junto a las dos comunidades las inversiones que se deben poner en funcionamiento para sacar el mayor rendimiento a estos regadíos. No obstante, subrayó que "van a tener que invertir en un sistema terciario que aproveche el agua de la depuradora y su adaptación a los parámetros de regadío del olivar, un sistema de bombeo y la construcción de dos balsas de almacenamiento de las aguas de lluvia".