Provincia

El refuerzo del muro de la calle Calderos frena la aparición de nuevas grietas

  • Los vecinos intentarán llegar a un acuerdo extrajudicial con la constructora para intentar reparar los daños en sus viviendas lo antes posible · Los peritos confirman que los desperfectos no han ido a más

Los vecinos de la calle Calderos de Baena respiran ahora tranquilos al comprobar cómo la empresa Jumillo SL, responsable de la construcción de una veintena de viviendas, ha culminado los trabajos del muro de contención que limita con la parte trasera de las casas número 42 y 44. Según confirmaron a El Día los vecinos, las grietas de sus casas permanecen inalterables y así se lo han hecho saber a los técnicos municipales que todos los días pasan por la zona para supervisar el estado de los inmuebles y la calle.

Sin embargo, ahora la preocupación de los vecinos de la calle Calderos está en saber quién se hará cargo de los gastos que supondrá el arreglo de sus viviendas, algunas de las cuales han quedado seriamente dañadas. Según ha confirmado a este periódico el abogado de los vecinos, por el momento serán los peritos los que deban determinar el alcance de los daños, para lo que habrá que esperar a que pase un tiempo prudencial para comprobar que no se producen nuevos deterioros en las viviendas que ya están afectadas. El abogado de estas familias asegura que la intención de los vecinos es llegar a un acuerdo extrajudicial con los responsables de los daños, si bien no descartan acudir a los juzgados si éste no se resuelve mediante este procedimiento.

El pasado día 18 de julio, el Ayuntamiento de Baena intervino en este asunto ya que según los informes municipales había "un riesgo para la seguridad y la integridad física de los vecinos" y se apreciaban daños en la vía pública, según explicó en su día la concejala de Urbanismo, María Jesús Serrano (PSOE). En todo este tiempo, se han tenido que desalojar cuatro viviendas. En un principio, los primeros movimientos de los terrenos provocados probablemente por la obra de la calle Caldereros motivaron el desalojo de los vecinos de las casas de los números 38 y 40. Posteriormente, se temió que el desalojo también pudiera afectar a las casas de los números 42 y 44, pero las obras de emergencia en el muro de la obra que linda con esta propiedad ha conseguido frenar que las grietas siguieran haciendo daño y que sus moradores pudieran sufrir cualquier riesgo de desplome de su propiedad.

Al contrario, la situación en las casas 38 y 40 es bastante más desoladora. En una de las viviendas se ha derrumbado parte de un techo y las grietas alcanzan los diez centímetros en algunas paredes.

El Ayuntamiento de Baena está estudiando personarse como parte afectada en el procedimiento judicial que se abriría a raíz de la denuncia que posiblemente presenten los vecinos damnificados contra la promotora sospechosa de haber provocado las grietas en las viviendas (Jumillo SL). Fuentes municipales ya apuntaron hace unas semanas que en principio parece difícil el poder alcanzar un acuerdo extrajudicial con esta firma, ya que la empresa achaca los movimientos de tierra a la presencia de agua en el subsuelo. Sin embargo, otras fuentes apuntan a que la causa ha sido provocada por la constructora, ya que cuando ha reforzado el muro de la obra que está llevando a cabo han cesado la irrupción de nuevas grietas en toda esta zona del casco histórico de Baena.

A lo largo de todo este tiempo, este periódico ha intentado sin éxito ponerse en contacto con la empresa constructora para poder conocer su versión sobre todo lo que ha sucedido en estos días y que ha provocado que dos familias del municipio hayan tenido que ser desalojadas de sus viviendas.

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