Puerto del Calatraveño

Ya están aquí (de nuevo)

  • Los candidatos de los partidos políticos vuelven a recorrer todos los rincones de la provincia para arrancar votos en las elecciones generales, sin que se sepa muy bien qué tienen ahora que ofrecer

Los candidatos de Ciudadanos por Córdoba, en bicicleta.

Los candidatos de Ciudadanos por Córdoba, en bicicleta. / El Día

Llegan en bicicleta, a pie, en autobús, coche o tren. Ya están aquí (otra vez) los candidatos de los partidos políticos, dispuestos a recorrerse cada rincón de la provincia de Córdoba para arañar unos cuantos votos en las próximas elecciones generales del 10 de noviembre. Aunque, esta vez, sin saber muy bien qué tienen que ofrecer o que decir, qué van a prometer ahora tras meses de barbecho en los que la gestión ha brillado por su ausencia en el Congreso de los Diputados.

Hay por tanto quienes prefieren callar, como el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quien el miércoles se paseó por Córdoba capital en una convocatoria a la que solo estaban invitados los medios gráficos. Es lo último en esto de la política, que el candidato o líder de turno se dé un paseo rodeado de los suyos para hacerse selfies con los simpatizantes y su rostro invada las redes sociales. El mensaje es lo de menos. Así que Espinosa de los Monteros, envuelto ahora en el enésimo escándalo inmobiliario, optó por la mudez y se limitó a retratarse en la Judería, dentro y fuera de la Mezquita-Catedral, en una bodega de Aguilar de la Frontera o en Lucena, donde sí dirigió unas palabras a los suyos.

Vox no es en todo caso la única formación que practica esto del silencio, pues días atrás ya tuvimos en Córdoba capital al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, dándose un paseo. Una hora de reloj duró la ruta del líder socialista entre Ronda de los Tejares y Las Tendillas, que transcurrió sin más contenido que el selfie y el saludo.

Iván Espinosa de los Monteros firma una bota de vino. Iván Espinosa de los Monteros firma una bota de vino.

Iván Espinosa de los Monteros firma una bota de vino. / El Día

En esta pasada semana de tiempo otoñal, con sus chubascos, sus mañanas frescas y oscuras, sus peroles de San Rafael y sus puestos de castañas asadas, los principales partidos han terminado de presentar a sus candidatos, aunque ya fuesen de sobra conocidos. Curioso que el Partido Popular y Ciudadanos hayan elegido el mismo escenario para la foto oficial de su presentación en sociedad: el Vial Norte de Córdoba capital. El PP optó por fotografiar a los integrantes de sus listas mientras caminaban, paso firme y coreografiado, y los de Albert Rivera optaron por subirse a una bicicleta para pedalear, no se sabe muy bien si para hacer bandera del transporte sostenible o para coger velocidad en las encuestas, que dibujan un futuro muy nuboso para la formación naranja. A ver adónde llegan unos y otros.

En el bloque de izquierdas ha sido una semana de cementerios por aquello de reivindicar la memoria histórica tras la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, un hecho de indiscutible carga simbólica y un hito para toda la izquierda. Mientras los integrantes del PSOE de Córdoba rendían un homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo con una ofrenda floral en los Muros de la Memoria del cementerio de la Salud, los candidatos de Unidas Podemos recordaban en el mismo escenario que no hay que cantar victoria todavía, pues cual monumentos siguen las tumbas del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, o de Queipo de Llano.

En Moriles, el viernes a mediodía, unos y otros aprovechaban la inauguración de la XXI Cata de los Vinos para hacer campaña en uno de los actos con más políticos por metro cuadrado que se recuerdan en la provincia en los últimos meses, más que bodegueros o productores. Cuestión de salir en la foto, claro.

Pero, entre selfie y selfie, tuit y tuit, queda la duda de qué planes concretos tienen para la provincia de Córdoba, si es que tienen alguno. Con qué medidas concretas se va a combatir la despoblación que ya amenaza a las comarcas del Alto Guadiato y Los Pedroches; de qué manera se va a evitar el impacto del Brexit o de los aranceles de Estados Unidos en un sector estratégico para la economía de los municipios como el agropecuario; cuál es el futuro concreto de la N-432 más allá de estudios infinitos que jamás se materializan o cuándo los vecinos de Almodóvar del Río, Palma o Villa del Río van a poder contar al fin con un servicio digno de Cercanías. Porque, por lo pronto, solo tenemos fotos de candidatos sonrientes.

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