Construcción de la Autovía de Málaga

El viejo puente de Benamejí obliga a diseñar curvas en la A-45 para evitar accidentes

  • Los técnicos del Ministerio de Fomento buscan soluciones para que los vehículos reduzcan su marcha antes de llegar a un punto limitado a 70 kilómetros por hora

Cuando a mediados o finales de 2008 los 160 kilómetros que separan a Córdoba de Málaga sean autovía, los conductores que viajen en dirección a la Costa del Sol se llevarán una sorpresa que les hará levantar el pie del acelerador. A unos cinco kilómetros de Benamejí, dos curvas limitarán la velocidad a 100 kilómetros por hora con el único objetivo de evitar accidentes en el paso sobre el antiguo puente de la N-331 sobre el río Genil, que estará limitado a 70 kilómetros por hora. Fuentes del equipo técnico que trabaja en la construcción del tramo de autovía entre Encinas Reales y Benamejí han confirmado a el Día que se han visto obligados a diseñar estas dos curvas después de que el Ministerio de Fomento decidiera aprovechar el antiguo puente de Benamejí para los dos carriles de la Autovía de Málaga (A-45) en dirección a la Costa del Sol.

Por contra, los conductores que regresen a Córdoba desde Málaga no estarán obligados a notar ninguna merma en la velocidad. El enorme viaducto que se está construyendo para los dos carriles del sentido contrario será tan moderno que la velocidad estará limitada a 120 kilómetros por hora, la máxima que predominará en todo el recorrido, salvo en los cruces y en un tramo en pendiente en el término municipal de Encinas Reales, limitado a 110 kilómetros por hora.

Según un estudio técnico al que ha tenido acceso este periódico, el viejo puente sobre el río Genil –que se eleva a unos 100 metros de altura– no tiene la anchura suficiente como para acoger a dos carriles de una autovía de primera generación, que es el modelo que se está construyendo entre Córdoba y Málaga. Al contrario, la enorme pasarela finalizada en 1995 está diseñada en forma de curva cerrada en una zona en la que, además, suele soplar el viento fuerte por la configuración del valle sobre la que se levanta. Este estudio técnico señala que actualmente el paso por el puente está limitado a una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora. Su utilización como sentido único en una autovía elevará este límite hasta los 70 kilómetros por hora. El Ministerio de Fomento intentó aumentar esta velocidad hasta los 95 kilómetros por hora con el reperaltado de la curva, pero los técnicos lo desaconsejaron por la complejidad de la pasarela, que en este caso podría sufrir daños estructurales.

Por contra, fuentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil han recomendado que el límite a 60 kilómetros por hora se siga manteniendo. Los agentes consultados aseguran que es un tramo complicado en el que durante muchas mañanas del invierno la niebla impide la visibilidad. Además, las heladas también han provocado problemas en la zona a pesar de que el puente cuenta con un singular sistema de calefacción incorporado bajo el asfalto para derretir las placas de hielo.

Tal y como avanzó este periódico, el Ministerio de Fomento decidió en marzo de 2005 aprovechar el antiguo puente de la N-331 para la Autovía de Málaga. El objetivo no era otro que el de reducir costes –unos 18 millones de euros según el citado informe técnico– y el de rebajar el plazo de ejecución de las obras, que entonces se esperaba que concluyeran el 31 de diciembre de 2007.

En el mismo proyecto se previó la construcción de un nuevo puente a unos 900 metros de distancia del actual. Esta pasarela –de la que de momento sólo se han construido los cimientos– cubrirá una longitud de 605 metros, basándose en seis grandes pilares distanciados entre sí por 100 metros cada uno. Al contrario, el antiguo viaducto de la N-331 cubre una distancia de algo más de 200 metros con dos pilares. El compromiso del Ministerio dirigido por la malagueña Magdalena Álvarez era dejar para el futuro la construcción de un puente gemelo para la autovía con el que poder jubilar el antiguo sobre la N-331; pero de momento este compromiso es sólo verbal.

El propio alcalde de Benamejí, José Ropero (PSOE), ha insistido en anteriores ocasiones en que todo ha sido una cuestión de dinero y desde el año 2005 viene exigiendo al Ministerio de Fomento que  de forma “imperiosa” inicie la construcción de un puente gemelo para evitar posibles problemas en la antigua pasarela. “Si se sabía que el tramo de Benamejí era el más complicado, lo que se tenía que haber hecho era licitarlo primero”, sentenció a mediados del mes de septiembre, cuando conoció el retraso que sufrían las obras del tramo. “El problema es que se ha ido empezando un tramo cuando se ha terminado el otro y no se le ha dado prioridad a aquellos en los que se sabía que iba a haber problemas”, insistió el mismo día el alcalde de Encinas Reales, Gabriel González (PSOE).

Las obras del tramo entre Encinas Reales y Benamejí fueron adjudicadas en diciembre de 2005 por un importe de 37 millones de euros y con un plazo de ejecución de 26 meses. Sin embargo, el propio subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, ha reconocido que los trabajos se han retrasado y que no podrán estar acabados antes del verano de 2008. Las obras, de unos 12 kilómetros de longitud, se dividen en tres subtramos.

En el primero –que discurre al Norte de Benamejí– las dos calzadas se construyen en paralelo y no se está teniendo que utilizar la antigua carretera N-331. Esta situación cambia en el subtramo central –el del famoso puente viejo– donde las calzadas para ambos sentidos se separan hasta un máximo de 900 metros. Por último, el tercer tramo, denominado sur, discurre en variante por la zona de la Vega de Antequera (ya en la provincia de Málaga). Finalmente, y ya en el tramo Benamejí-Antequera, en este punto la autovía se vuelve a separar de la N-331 por el Este buscando su conexión con la autovía A-92 y con la actual A-45 que se dirige a Málaga a partir de Antequera.

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