Puerto del Calatraveño

Las pifias de la campaña electoral en Córdoba

  • Baena, Montoro, Priego y Aguilar protagonizan los giros más sonados de la política en la provincia, castigos del electorado a formas y decisiones de candidatos poco acertados

Sánchez Villaverde, durante su desafortunado discurso en Montoro.

Sánchez Villaverde, durante su desafortunado discurso en Montoro. / El Día

Que la primera medida que aprueba un alcalde tras su toma de posesión sea la subida de su sueldo y la de los liberados en el Ayuntamiento, así a grandes rasgos, goza de muy mala prensa ya sea del PP, del PSOE, de IU o de cualquier otra sigla. Sucedió en el Ayuntamiento de Baena en junio de 2015, donde el socialista Jesús Rojano estrenaba una mayoría absoluta que le permitía hacer y deshacer a su antojo.

Lo que a priori apuntaba a un debate rutinario para hablar de liberaciones y de salarios, fue el origen de una polvareda política que saltó los límites locales, comarcales, provinciales e incluso regionales, y obligó a intervenir al partido desde Córdoba capital. Aunque luego rectificó, Rojano se convirtió de la noche a la mañana en ese alcalde andaluz que cobraría 54.000 euros anuales, un 17% más que en el mandato anterior. Tal vez ahí empezaba una caída sin red que terminaba el domingo pasado con un sopapo contra la realidad de las urnas; 2.466 votos menos en solo cuatro años, el equivalente a siete concejales menos. El pueblo no olvida: el PSOE ha ganado las elecciones pero, posiblemente, Rojano no volverá a gobernar.

Es al menos la hipótesis que gana fuerza en el municipio de la Campiña Este, donde los vecinos aguardan atónitos el movimiento de los partidos para saber quién gobernará el Ayuntamiento en los próximos cuatro años. El ex regidor Luis Moreno, enemigo número uno de su delfín Rojano y con dos concejales decisivos en el nuevo Pleno, escribe con letra primorosa el capítulo del desenlace.

Tal vez, como le ocurrió a él, ahora pida la cabeza de Rojano para que el PSOE siga gobernando sin el hombre que considera el responsable de todos los males del municipio: que el censo haya bajado de los 20.000 habitantes; que gran parte del callejero de la Almedina haya sido clasificada por la Junta como zona de transformación social por sus estrecheces económicas; que el yacimiento arqueológico de Torreparedones esté siendo conquistado por Castro del Río.

Los socialistas de Montoro tampoco lo van a tener fácil. El discurso pronunciado en el cierre de campaña por quien fuera durante años alcalde de la localidad y hombre clave para entender el socialismo en la provincia, Antonio Sánchez Villaverde, está a punto de costarle la Alcaldía a la candidata de su partido, Ana María Romero, pese a ser la suya la lista más votada. El PSOE y el único concejal de IUsuman la absoluta, pero está por ver cómo se resuelve un entuerto político en el que el independiente José Romero, en su momento hombre fuerte de Sánchez Villaverde, pugna por la vara de mando del Ayuntamiento buscando apoyos a derechas y a izquierdas para desalojar del poder a quienes durante años han hecho y deshecho a su antojo con mayorías rotundas.

Los montoreños, precisamente, parecen haber castigado esta altanería, que Sánchez Villaverde personalizó en un discurso que debería estudiarse en las escuelas de oratoria como ejemplo de qué decir para que los tuyos se apiaden de tu rival. “Gracias por irte. No te puedes imaginar lo bien que nos hemos quedado sin ti. En la gloria, como perro sin pulgas”, le dedicó el ex regidor antes de enviarle una sarta de calificativos: falso, vengativo, soberbio, manipulador... Los montoreños no le han perdonado tanta superioridad y el castigo ha sido para la número uno de la lista, Ana María Romero, que aspira con dificultades a iniciar su segundo mandato.

Los candidatos del PSOE de Priego de Córdoba y Aguilar de la Frontera han sufrido los otros dos grandes castigos de las elecciones municipales en la provincia. Por muchas cuentas que hagan y muchos pactos que intenten, ninguno de los dos tiene posibilidades de gobernar. En el caso de Priego de Córdoba, el ex senador José Manuel Mármol, quien lideró una moción de censura contra la popular María Luisa Ceballos a mitad del mandato que ahora finaliza y se convirtió en alcalde gracias a la aritmética, parece haber recibido un castigo ejemplar por parte de sus propios vecinos. Y Ceballos, renacida como un ave Fénix, regresa con la tranquilidad que da la mayoría absoluta.

En el caso de Aguilar de la Frontera, los votantes han convertido el PSOE en una fuerza casi residual, al pasar de ostentar una mayoría absoluta con nueve ediles a tan solo tres. IU ha sido la gran sorpresa, con una Carmen Flores renacida que tendrá que darle al municipio el brío perdido.

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