Si no fuera porque el tren tiene amplios ventanales, sería impensable calcular la velocidad que puede llegar a alcanzar el AVE S-103, el nuevo modelo que Renfe estrenará el próximo 23 de diciembre para la línea entre Córdoba y Málaga. En el interior de un vagón cualquiera del S-103, la paz y la comodidad hacen que más que un viaje parezca un paseo. Pero al mirar de reojo hacia la ventana, el collage de colores del paisaje más cercano, la velocidad que alcanzan los árboles que crecen a no menos de 50 metros de la vía o la rapidez con la que se desplazan las montañas dan una idea de que el S-103 es capaz de alcanzar una velocidad punta de 350 kilómetros por hora: más o menos lo que Fernando Alonso a los mandos de su nuevo R-28 en el circuito más rápido del mundial de Fórmula Uno.

Sin embargo, en los 155 kilómetros de línea de alta velocidad entre Córdoba y Málaga el S-103 será un poco más modesto, y desarrollará una velocidad comercial de 300 kilómetros por hora, una fugacidad que seguirá ayudando a que el paisaje se difumine.

Renfe ha comprado 26 trenes de este tipo para toda la red de alta velocidad de España, aunque el S-103 circulará fundamentalmente en los nuevos tramos férreos. Así, entre Málaga y Córdoba se verá pasar a una velocidad endiablada a un convoy de más de 200 metros de longitud compuesto por ocho coches con 404 plazas distribuidas en tres clases: turista, preferente y club.

La incomodidad de Fernando Alonso a bordo de su R-28 es manifiesta. Pero los usuarios del S-103 tendrán todo el lujo del mundo a sus pies. El interior ha sido proyectado por uno de los diseñadores industriales más importantes de Europa. En su acabado predominan materiales de alta calidad como el cristal, la madera, el acero inoxidable o el cuero. Las butacas (reclinables, por fin) cuentan hasta con enchufes. La cafetería es digna de las mejores plazas de Madrid...