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La industria aceitera sólo sobrevivirá sin ayudas si el sector se moderniza

  • Los fabricantes insisten en que el futuro, cuando cesen las subvenciones europeas de 2013, pasa por fomentar la innovación y la promoción · La Junta reitera que trabaja por reducir las ventas a granel

"Estas jornadas sirven para decirle a los productores e industriales de aceite de oliva que hay que ponerse las pilas antes de 2013", el año en el que todo apunta a que el olivar cordobés dejará de recibir subvenciones directas a la producción por parte de la Unión Europea. El presidente de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), Juan José Sanz Cano, explicó así durante el transcurso de estas jornadas técnicas que el futuro del sector pasa por "la innovación, en primer lugar, y la promoción, en segundo puesto".

En este sentido, el responsable de Infaoliva detalló que el camino de la innovación se recorre a través de "la modernización y la investigación" que permitan perfeccionar el producto que se ofrece al consumidor. Mientras tanto, la senda de la promoción recorre aspectos tan importantes como que el mensaje de la dieta mediterránea y los beneficios para la salud del aceite de oliva calen en los mercados mundiales.

En el mismo sentido y en el marco de las mismas jornadas, el director general de Industrias y Calidad Agroalimentaria de la Junta, Ricardo Domínguez, consideró que una de las asignaturas pendientes en el campo del aceite de oliva es la comercialización, por lo que insiste en la anhelada meta del sector de reducir las ventas a granel, tanto las nacionales como las internacionales. Domínguez reiteró que el Gobierno andaluz trabaja porque "el valor añadido" que da el aceite que se vende embotellado permanezca en manos de los productores andaluces.

El presidente de Infaoliva confía en que aunque en 2013 desaparezcan las ayudas a la producción, se contemplen "subvenciones de otro tipo" con el fin "que siempre ha perseguido la Unión Europea, que es fijar a la población en el territorio". Juan José Sanz considera que en el caso de que un tercio del olivar andaluz desapareciese, los agricultores migrarían hacia las ciudades y el sector quedaría en manos de los industriales y de los grandes grupos agroalimentarios, con el consecuente impacto demográfico y social para las comarcas olivareras.

Mientras tanto, el presente del sector se vive con cierta inquietud ante un mercado que está demasiado tranquilo y con unos precios que están "sólo un poco por encima del umbral de la rentabilidad", explicó Juan José Sanz. Para el presidente de Infaoliva, "lo deseable" sería que el precio del kilo de aceite de oliva en origen pivote entre "los 2,50 y los 2,60 euros", por los 2,30 euros que se pagan en la actualidad. Sin embargo, el presidente de los fabricantes y productores de aceite de oliva considera que esta paralización del mercado está llegando a su fin y que en los próximos meses volverán a subir los precios. "Actualmente, sólo España cuenta con grandes reservas de aceite de oliva gracias a una campaña que ha sido importante". Las almazaras de Túnez y Grecia ya se han quedado vacías y las españolas están casi intactas, por lo que se espera una reactivación importante del mercado.

En las jornadas también ha participado el presidente de la Diputación, Francisco Pulido, quien ha puesto de manifiesto que "estamos viviendo unos momentos interesantes para el sector", ya que "no en vano vemos como la superficie y la producción están creciendo". En su opinión, el futuro pasa por afrontar "importantes retos" que impliquen rentabilizar el potencial del aceite de oliva.

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