Subbética

Unos 400 hosteleros de Lucena exigen el fin de unas restricciones "incesantes e injustas"

Asistentes a la manifestación de la hostelería de Lucena, al paso por la calle Juan Valera.

Asistentes a la manifestación de la hostelería de Lucena, al paso por la calle Juan Valera. / M. González

Entre el sonido de cacerolas, cubiteras y cacerolas y los aplausos de adhesión que asomaban desde algunos balcones, y que devolvían en plena sintonía, unos 400 empresarios y empleados del sector de la hostelería han desarrollado en la tarde de este martes una manifestación en Lucena contra unas limitaciones en sus establecimientos que tachan de “injustas y coercitivas” y estériles, puesto que, enfatizan, en modo contribuyen a “frenar los contagios”.

Anteponen en sus reivindicaciones la eliminación de las restricciones de aforo, mobiliario y horario a la obtención de ayudas. El presidente de la Asociación de Hosteleros de Lucena, Sergio Leiva, ha sostenido que, si “nos dejaran trabajar con normalidad”, las mencionadas aportaciones públicas, "a veces simbólicas" anunciadas para este segmento económico, “no harían falta y se les podría entregar a quienes realmente le haga falta”.

A la movilización, que ha transcurrido sin incidentes por las calles del centro de Lucena, han acudido tanto dueños de bares, restaurantes, pubs, locales de copas, cafeterías, heladerías u otros negocios análogos como trabajadores, “algunos en paro”, precisa Leiva, y también proveedores de Lucena y otros municipios que surten al gremio.

Manifestación de Asholuc en Lucena Manifestación de Asholuc en Lucena

Manifestación de Asholuc en Lucena / M. González

Unos 150 socios pertenecen a Asholuc, instituida en los comienzos de esta pandemia. Calculan que, en la localidad, directamente, unas 2.500 familias dependen de esta actividad. Muchas de ellas, “ahora no pueden llegar a fin de mes”, ha relatado, después de leer el manifiesto, Sergio Leiva.

Diversas pancartas expresaban mensajes elocuentes, diáfanos y atrayentes como “Queremos trabajar, el ocio nocturno no es el problema”; “El bar es mi hogar; no acabéis con él”; “No quiero limosnas quiero trabajar”; “El virus no mata la economía, los políticos incompetentes, sí”; o “Miles de familias en la ruina, SOS hostelería”.

Otra de la tesis que han defendido, de forma reiterada, alude a la ineficacia e inutilidad, en la contención del covid-19, de las medidas impuestas a bares y restaurantes. “No se ha conseguido frenar el incremento del número de contagios”, sostiene el vicepresidente, Sergio Astorga. Desde su óptica, el razonamiento que brota de la conclusión que defienden es que “en nuestro sector se ha hecho y se están haciendo las cosas bien”.

Manifestación de Asholuc Manifestación de Asholuc

Manifestación de Asholuc / M. González

Dirigen sus críticas hacia los responsables políticos locales, autonómicos y nacionales. A partir del 18 de mayo, recuerdan, cuando obtuvieron autorización para reabrir sus instalaciones, “de manera incesante”, señala Leiva, “se nos ha prohibido trabajar con libertad”, añade Sergio Astorga.

Generalmente, aseveran que asumen y practican las pautas sanitarias de higiene, distanciamiento y seguridad.

Finalmente, Astorga ha querido trasladarles a “los políticos”, que “detrás de cada establecimiento de hostelería, hay muchas familias, y cada vez somos más los que vamos a tener que cerrar”, reclamando, en última instancia, que “no se deje morir” a este sector de la hostelería.

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